El Ayuntamiento de Torrelavega y la Unión Vecinal han pedido a la Consejería de Obras Públicas del Gobierno de Cantabria su colaboración económica en la construcción del vial entre Viveda y Torrelavega, una infraestructura que permitirá la descongestión del tráfico que en la actualidad padece el pueblo de Barreda, en concreto en la Avenida de Solvay, y a reducir los altos niveles de contaminación

El primer teniente de alcalde y concejal de Obras, Pedro García Carmona, junto con los representantes de la Unión Vecinal Manuel Ortiz, José Valencia, y José María Gavito, así se lo han trasladado este martes al consejero del área, Francisco Rodríguez, en una reunión que han mantenido para abordar esta actuación que tanto el equipo de Gobierno (PSOE-PRC) como los vecinos consideran "importante y prioritaria".

Tanto García Carmona como Manuel Ortiz han valorado la reunión como "positiva", y han explicado que el consejero les ha trasladado su intención de colaborar con esta actuación. "Hemos tenido una buena impresión", han afirmado, y ahora hay que "trabajar para hacer realidad este proyecto en el menor tiempo posible".

El edil también ha explicado en un comunicado que, como paso previo a dicha colaboración, Rodríguez les ha instado a presentar el proyecto de variante, que se estima tendría un coste de entre 1,5 y 2 millones de euros, y un plazo de ejecución de 15 meses.

Dado que la mayor parte de los terrenos afectados por esta actuación discurren por el municipio de Santillana del Mar, García Carmona y Ortiz han anunciado que el siguiente paso será la convocatoria de una reunión con el alcalde de Santillana del Mar, Isidoro Rábago, y las demás partes implicadas para "consensuar" un proyecto que, dado su coste, necesita la "implicación" de otras administraciones.

Características del proyecto de la nueva carretera

Según el anteproyecto que posee la Unión Vecinal, la nueva carretera tendría una longitud de 1,5 kilómetros, dos carriles, aparcamientos en ambos lados en previsión de un futuro desarrollo de la zona como espacio verde, supondría una inversión de entre 1,5 y 2 millones de euros y tendría un plazo de ejecución de 15 meses.

El nuevo vial aprovecharía en buena parte el trazado del antiguo ferrocarril de AZSA-Hinojedo. Partiría de Viveda (a la altura del Hotel Cueli), para discurrir por la margen del río Saja-Besaya a través de terrenos del municipio de Santillana del Mar y terminar en el entorno del complejo deportivo Óscar Freire, junto a Sniace.

Según dicha propuesta, existen dos opciones, por un lado, la construcción de dos rotondas, una en la intersección con la fábrica de lilion y otra en el acceso a Riaño, para desde allí enlazar la carretera con la rotonda de Viveda. Y, por otro lado, ejecutar un acceso paralelo a la nueva depuradora de Sniace.

Respecto a lo que supondría para los vecinos de Barreda y de Torrelavega la construcción de esta nueva carretera, García Carmona y Ortiz se han referido a una reducción del 90% en el tráfico de turismos y vehículos pesados que habitualmente utilizan la N-611 a su paso por Barreda.

Asimismo, han destacado que este vial permitiría disminuir los atascos que, especialmente en verano, se producen a diario; descongestionar las rotondas de Barreda y de La Inmobiliaria y, especialmente, reducir la contaminación que padecen los vecinos de Barreda.