Un lustro sin la ayuda que le correspondía

La Justicia concede a una valenciana la ayuda para el alquiler de su piso que el Consell le negó, pero ahora le dan largas para cobrar.
Lourdes espera que se cumpla pronto la sentencia. (Paco Llopis).
Lourdes espera que se cumpla pronto la sentencia. (Paco Llopis).
Lourdes espera que se cumpla pronto la sentencia. (Paco Llopis).
Cinco años batallando en los tribunales por 1.500 euros. Así ha estado Lourdes Juan, una valenciana que solicitó en 2002 las ayudas de alquiler solidario, que se conceden a personas con pocos recursos, pero en la Conselleria de Territorio y Vivienda se la denegaron «por falta de crédito presupuestario».Lourdes, que tiene una discapacidad del 60% y tres hijos, decidió no rendirse. Con la ayuda de una abogada de oficio, apostó por lo que poca gente hace. Fue a juicio y cuatro años después, en diciembre de 2006, un juez le ha dado la razón en forma de dinero.
«Lo hice porque conozco a personas con más recursos a quienes se la dieron después que a mí», asegura. Además, solicitó la subvención por escrito nada más anunciarse, y también se la otorgaron a personas que fueron más tarde.

De ventanilla en ventanilla

Pero aquí no acaban sus dolores de cabeza. Lleva desde entonces de ventanilla en ventanilla pidiendo lo que le deben, la ayuda del 50% del alquiler de su casa, que ha tenido que ir pagando como ha podido. «Voy a pedir daños y perjuicios, e intereses de demora, porque me envían de un sitio a otro y todavía estoy esperando después de cinco años», explica.

La excusa que pone la Conselleria de Territorio y Vivienda es que su trabajo «ya ha terminado» y ahora es Tesorería la responsable.

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La bonificación es ahora mayor

Las ventajas del alquiler solidario oscilan a día de hoy entre el 50% y el 90% del precio del alquiler, según datos del Instituto Valenciano de la Vivienda, frente al tope del 50% que había en 2002, cuando Lourdes la solicitó. Unas 20.000 familias viven en pisos propiedad de la Generalitat en régimen de arrendamiento.

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