De lunes a jueves, justo antes de la cena, la serie que protagoniza Alexandra Beaton —The Next Step (Disney Channel)— reúne a cientos de miles de niñas de entre 9 y 12 años ante el televisor (en concreto, un 37,5% de cuota de pantalla de ese universo, especifica la cadena).

Como tantas otras series juveniles, la ficción canadiense se desarrolla en una escuela de arte. Sin embargo, incorpora una novedad: el uso de técnicas de reality (la producción ha sido catalogada como de reality show ficcionado). Aunque, como aclara Kate Wheeler, madre de Alexandra Beaton y su compañera inseparable, en The Next Step todo está "guionizado". Beaton da más detalles.

¿Mezclar reality con ficción es un paso más allá en la televisión?

Creo que es una de las claves del éxito de The Next Step, junto con las coreografías y el baile. El hecho de que los protagonistas se sinceren ante una cámara, cuando el resto de personajes no les escuchan, logra mucha cercanía con el espectador. Para los televidentes es muy fácil identificarse con esos chicos que comparten con ellos sus sentimientos.

¿Se identifica usted mucho con su personaje, Emily?

Como ella, empecé a bailar muy pronto; en mi caso, a los dos años. Al margen de esto, Emily hace muchas cosas que yo nunca haría. Por ejemplo, al principio es muy mandona y no demasiado agradable. Luego, mejora. Como actriz, es bonito que tu personaje experimente cambios.

¿Qué hay que sacrificar por empezar con una actividad tan pronto?

No siento que haya tenido que sacrificar nada porque el baile y la interpretación eran mis metas. La pasión que he sentido por la danza no la he experimentado por ningún otro deporte.  Más que perder,  me ha aportado mucho. Era lo que quería hacer.

Hay numerosas series juveniles que, como The Next Step, se desarrollan en escuelas de arte. ¿En qué reside el poder de fascinación de ese escenario para la audiencia?

El baile es universal y atrae a la mayoría de los jóvenes. Está metido en nuestra vida y nuestro ocio. La serie también muestra muchas situaciones familiares para la gente de ese rango de edad, como el hecho de empezar en un nuevo colegio, hacer amistades, vivir nuevas experiencias...

Y la competitividad extrema entre los bailarines. ¿Así es en realidad su profesión?

No tengo esa impresión. Cuando voy a rodar, todo el mundo es muy amable y hay muy buen ambiente. Y nunca me asusta dar mi opinión.

¿Qué diría que es lo más difícil de su trabajo?

Acostumbrarte al rechazo y comprender que en esta profesión los 'noes' forman parte del día a día. Para trabajar en esta industria se necesita tener la piel muy dura. Puede que acudas a un casting y piensen que eres perfecta, la próxima Meryl Streep. O bien, que no te contraten porque no eres pelirroja o porque no has tenido un buen día y te sale mal la prueba, o porque los productores creen que no reúnes las características que buscan. A veces hay que asumir que tal vez no estás preparado para un determinado papel y ya está. Uno no puede obsesionar con esto; si no, se puede pasar muy mal.

¿Y a nivel interpretativo?

Conseguir interpretar tu personaje tal y como ha sido ideado por los guionistas, sin incorporar tus propios sentimientos o tu personalidad. Es lo más complicado y la esencia del trabajo.

'The Next Step' es una serie canadiense. ¿Cree que eso es perceptible para la audiencia, acostumbrada a las series estadounidenses?

La ficción relata historias de estudiantes que podrían ocurrir en muchos países, desde Turquía o Francia, a España o Estados Unidos. Posee un lenguaje global. En cuanto a la industria de mi país, tal vez lo que la caracterice es que se invierte mucho en ella y se pone mucho cariño en todos los proyectos. Es habitual que los miembros del reparto se sientan muy involucrados con lo que están haciendo, tiene esa parte sentimental.

Usted ha estudiado Ciencias Políticas.  ¿Por qué los políticos, excepto Obama, no bailan?

La verdad es que a medida que uno se hace mayor va dejando de bailar. Yo espero bailar toda mi vida, no quiero que me pase eso.

Alexandra Beaton nació en 1994 en Canadá. Comenzó a bailar a los dos años y poco después, ya protagonizaba anuncios televisivos. Su incursión más famosa en el cine fue en la película 300. Actualmente protagoniza la serie The Next Step. Es hija de Kate Wheeler, una conocida presentadora de informativos en su país natal.