Las cooperativas destacan su aportación para reducir la brecha salarial entre hombres y mujeres

La Federación Andaluza de Cooperativas de Trabajo (Faecta) y la Asociación de Mujeres Cooperativistas (Amecoop-A) han resaltado la importancia de las cooperativas para ayudar a reducir la brecha salarial entre hombres y mujeres, de forma que ambas destacan que las cooperativas de trabajo "son empresas que cumplen y promueven el principio de 'a igual trabajo, igual salario'".

La Federación Andaluza de Cooperativas de Trabajo (Faecta) y la Asociación de Mujeres Cooperativistas (Amecoop-A) han resaltado la importancia de las cooperativas para ayudar a reducir la brecha salarial entre hombres y mujeres, de forma que ambas destacan que las cooperativas de trabajo "son empresas que cumplen y promueven el principio de 'a igual trabajo, igual salario'".

En una nota, ambas federaciones apuntan que la brecha salarial entre mujeres y hombres "es una rémora que, lejos de hallar solución a corto y medio plazo, sigue anclándose en el ámbito empresarial sin que por el momento se encuentre una la solución real a la discriminación que existe en materia de igualdad de oportunidades y de remuneración entre los trabajadores de ambos sexos".

Consideran que el diseño de políticas y reformas que permitan erradicar esta situación, que se perpetúa en el tiempo, "debe ser una prioridad, en paralelo con la creación de empleo estable, en las agendas políticas y de obligado cumplimiento para las empresas tanto en el ámbito privado como público".

Este es uno de los objetivos prioritarios que defienden y ponen sobre la mesa la Federación Andaluza de Cooperativas de Trabajo (Faecta) y Amecoop-A, la Asociación de Mujeres Cooperativistas, en su papel de interlocutoras, cuando muestran el comportamiento del cooperativismo a la hora de gestionar y velar por la equidad e igualdad entre sus socios y trabajadores.

El informe mundial sobre salarios 2014/2015, elaborado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), indica que los salarios en España "han caído de manera considerable en el último quinquenio, hecho que ha acentuado que seamos, dentro de los países desarrollados, el que mayor nivel de desigualdad ha experimentado desde el año 2006". Para la OIT, "no existe ningún factor objetivo que explique la brecha salarial entre hombres y mujeres en España".

Ambos apuntan que el desequilibrio salarial "ha aumentado hasta alcanzar la cifra más alta de los últimos cinco años, un 24 por ciento", según se desprende del informe 'Trabajar igual, cobrar igual', elaborado por el sindicato UGT. Esto supone "una cifra alarmante si tenemos en cuenta que una mujer, para cobrar la misma pensión que un hombre, necesita trabajar once años y medio más (79 días al año más) habiendo tenido un trabajo de igual valor".

"La alarma es acuciante", según el análisis de UGT sobre datos del INE de 2012, al comprobar que "el 28,1 por ciento de las mujeres, ese año, estaban en situación de riesgo de pobreza o exclusión social".

En contraposición a este desequilibrio, las cooperativas de trabajo son empresas que "cumplen y promueven el principio de 'a igual trabajo, igual salario', ya que emana de sus principios la apuesta por la igualdad de oportunidades y acceso a puestos gerenciales visibilizando, por ende, el trabajo que realizan las mujeres en las cooperativas de trabajo andaluzas, empresas que en Andalucía suponen el 77% del empleo que genera la economía social".

Precisa que "si a esto unimos el hecho de que emprender en colectivo bajo el modelo cooperativo implica una apuesta firme por la consolidación laboral, a la hora de garantizar estabilidad entre los trabajadores, estamos estableciendo un patrón que evita la discriminación y la brecha salarial".

Asimismo, el hecho de que todos los países del mundo registren niveles de discriminación y porcentajes variables de brecha salarial "no debe ser motivo de justificación ni excusa para que en España, y en Andalucía en particular, no exista un compromiso mayor y la voluntad de erradicar una realidad que no sustenta la argumentación, ni explica el porqué de esta situación en ninguno de los factores que se tienen en cuenta a la hora de analizar y evaluar la realidad laboral", como así lo constata el informe de la OIT.

Para Faecta y Amecoop-A "la crisis ha acentuado, aún más, la brecha estructural existente al desterrar al desempleo a un mayor porcentaje de mujeres cuya precariedad laboral lleva parejo una menor prestación de desempleo y, por tanto, un desequilibrio y discriminación en materia de cotización y percepción de pensiones de jubilación más bajas".

Han recordado asimismo que las cooperativas "tienen mecanismos de corrección como son la existencia de un Fondo de Promoción y Sostenibilidad, con gastos orientados a la igualdad de género para evitar la discriminación salarial".

Estos dos organismos indican que las diferencias salariales "se concentran fundamentalmente en los puestos de mayor responsabilidad, por eso, el impacto positivo en las cooperativas de trabajo es aún mayor al intervenir las mujeres cooperativistas directamente en la gestión de sus empresas".

Precisa que "el acceso de un mayor número de mujeres, en puestos gerenciales, y la participación en la toma de decisiones facilita la implementación real de las medidas de igualdad en las cooperativas". Por eso, las cooperativas se erigen en "el paradigma empresarial que evita la discriminación y la brecha salarial y promueven una economía más participativa, colaborativa y social".

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