La Comisión Europea ha aprobado este viernes el programa marco español de desarrollo rural que define con un enfoque "coherente" los elementos específicos comunes a los planes regionales que deben ser presentados aún, para explicar el uso que harán las comunidades autónomas de los fondos europeos de aquí a 2020.

El objetivo de este apoyo, según recuerda Bruselas, es apoyar iniciativas de desarrollo rural que sirvan para aumentar la competitividad del sector agrario, cuidar los paisajes y el clima y consolidar el tejido económico y social de los núcleos rurales.

El marco nacional también incluye un mecanismo de transferencia automática de fondos entre los programas de desarrollo rural, para un uso "más eficiente" de los fondos FEADER entre las distintas regiones.

El programa aprobado por el Ejecutivo comunitario describe las condiciones comunes para determinadas medidas, de modo que todos los proyectos regionales que se ajusten a estos requisitos sabrán que ya cuenta con el aval comunitario.

Así, los agricultores españoles tendrán directrices a través del marco para afrontar retos concretos, entre ellos la implementación de servicios de gestión, sustitución y asesoramiento de las explotaciones y las ayudas para que puedan beneficiarse de estas prestaciones.

Otros elementos comunes definidos por el plan marco son las ayudas a los jóvenes agricultores para la creación de empresas, las inversiones en activo físicos, también propuestas para las inversiones en silvicultura, pagos 'verdes' que vayan "más allá de los requisitos obligatorios" y la agricultura ecológica.