La Universitat de València, a través del Programa 0,7 Una Nau de Solidaritat, ha llevado a cabo en la ciudad de Salta y su provincia, en el norte de Argentina, el proyecto de cooperación 'Meta, Animate, Salta', para la promoción y la formación en animación sociocultural de jóvenes salteños sin acceso a la educación superior.

La iniciativa surgió tras comprobar que en Salta tenían problemas para movilizar a la sociedad civil porque no había una formación precisa de posibles líderes o dirigentes en animación sociocultural o comunitaria, según ha explicado el profesor Joan Maria Senent, director del Departamento de Educación Comparada e Historia de la Educación de la Facultat de Filosofia i Ciències de l'Educació de la Universitat de València, que lidera la iniciativa junto a quince personas de ambas universidades.

El equipo valenciano, junto al Centro de Investigaciones Sociales y Educativas del Norte Argentino (CISEN), de la Universidad Nacional de Salta, comenzó a desarrollar el proyecto, consistente en la realización de dos cursos de formación de animadores socioculturales y un curso de formación de formadores, dirigidos a jóvenes de la sociedad salteña, especialmente, a colectivos sin acceso a la educación superior o procedentes de grupos con arraigo social en la ciudad, que, finalmente, reunieron a 85 alumnos y alumnas.

La actuación pretendía que tras la intervención, pudieran seguir adelante solos y ese fue el punto de partida, ha señalado el director que ha detallado que los cursos, con parte teórica y práctica, han permitido desarrollar proyecto que hoy continúan en marcha

En el caso de las poblaciones de la provincia, los proyectos han consistido en el empoderamiento de las comunidades para la toma de decisiones, mientras que en el caso de los barrios de la ciudad de Salta, se han realizado iniciativas de animación para discutir en reuniones y tertulias cuestiones relacionadas con la municipalidad, dinámicas culturales o el empoderamiento de la mujer salteña.

También se ha trabajado con comunidades de la Quebrada del Toro y Tartagal, donde, a pesar de conservarse aún una cultura propia, se ha querido recuperar parte del folclore popular. Otros proyectos, sin embargo, según indica Senent, han servido para plantear reivindicaciones sociales, como en el caso de las infraestructuras, por ejemplo, insuficientes en muchas ocasiones.

Por otro lado, accedieron al curso de formación de formadores alumnos de los cursos anteriores y profesionales con experiencia en la animación comunitaria lo que ha permitido un "efecto multiplicador" de continuidad en la animación comunitaria y sociocultural.