"Estamos algo más aliviados". Con estas palabras expresaba Manuel Alcántara, presidente a la asociación de estaciones de servicio de Granada, su satisfacción por la noticia de la detención del cabecilla de una banda de atracadores que tenía alarmados al colectivo.

El grupo de cinco ladrones, al que se le imputan 12 robos entre julio y octubre de 2014, actuaba siempre con la cara tapada (casco o máscaras) y era violento. En una ocasión, sus miembros no dudaron en agredir a un guardia de seguridad e incluso a una niña. La Guardia Civil desarticuló la banda hace cuatro meses, pero su cabecilla se había escondido en un cortjo en Dúrcal, donde fue arrestado hace unos días.

En este tiempo, el líder del clan, de 27 años, había actuado en solitario en las estaciones de servicio de Ogíjares, Churriana, Vegas del Genil y Las Gabias, y en un supermercado de Ogíjares (en total 17 robos, si se suman los 12 con su banda). "Siempre acudía cuando sabía que había chicas solas", explica Manuel Alcántara. Además, atracaba entre las 20 y las 22 horas, cuando oscurecía y estaban a punto de cerrar.

"Aunque dinero no se llevaba mucho porque ya hay poco en efectivo en las estaciones, pero creaba inseguridad y miedo en los empleados", agrega el presidente de la asociación.

La Guardia Civil considera que el líder de este grupo es responsable, además de los 5 robos con violencia, de otro de vehículos a motor y uno más de lesiones. En el momento de la detención se le intervino una pistola eléctrica. Alcántara dice que las medidas de seguridad "parece no importarles y las cámaras sirven de poco porque van tapados. Lo esencial es que los envíen a prisión".