El poeta y narrador Luis Antonio de Villena ha asegurado que la cultura en España está en una situación "agónica" y "espantosa" y ha considerado que "nunca ha habido un nivel cultural tan bajo" ni un "nivel de ignorancia tal como el de este momento".

El también ensayista y crítico literario ha hecho estas declaraciones a los medios de comunicación antes de participar en la iniciativa denominada Bibliotecas de escritores, organizada por la Junta de Castilla y León y la Fundación Miguel Delibes, en la que los autores hablan sobre sus colecciones literarias particulares.

De Villena (Madrid, 1951) ha asegurado que el nivel cultural bajo que existe en la actualidad en España es "gravísimo" y debería "alarmar a cualquier gobierno, de derechas o de izquierdas".

El autor ha opinado que "toda la literatura, pero la poesía aún más", tiene "escasísimos lectores", y ha considerado que la cultura está en este momento en España en una situación "agónica" y "espantosa".

Además, ha indicado que a todo lo anterior se suma que no existe un "eje o modelo dominante" para la poesía actual y que los poetas, "por cuestión de que han tenido una educación universitaria mala y de que han leído menos", llegan "un poco tarde".

"Prácticamente, hasta los cuarenta años ninguno logra hacer un buen libro", ha considerado De Villena, que ha expresado que los nuevos poetas pasan "mucho tiempo" buscando "sendas o caminos" e intentando encontrar su estilo propio.

En cuanto a la poesía, ha considerado que es "la esencia" de la literatura y que es el género con "mayor grado de 'literatulidad'", por lo que "luego permite irse a otros terrenos de la literatura".

"A un poeta le es más fácil escribir una novela que a un novelista escribir un libro de poemas", ha manifestado el autor, que ha recordado que el primer libro que publicó fue de poesía en 1971, con 19 años, y que continúa escribiendo poesía porque es un género que le "encandila".

Sobre su biblioteca particular, ha expresado que, como un "bibliófilo clásico", ha buscado primeras ediciones con la particularidad de que le ha gustado que los ejemplares estuvieran dedicados, aunque las dedicatorias no sean siempre para él.

También cuenta con manuscritos como el del poema que escribió José Zorrilla y que se leyó durante el entierro de Mariano José de Larra, así como con literatura francesa, inglesa e italiana.