El fútbol de Cantabria se suma a la huelga este fin de semana, 14 y 15 de febrero, dos jornadas en las que no se disputará ningún partido desde Tercera División hasta las categorías formativas a nivel territorial y base.

El presidente de la Federación Cántabra de Fútbol, José Ángel Peláez, así lo ha anunciado este martes en un comunicado, en el que ha afirmado que la Junta Directiva ha seguido el ejemplo de otras federaciones regionales que también han convocado este paro como las de Asturias, Extremadura y Cataluña.

Esta decisión será ratificada por la Comisión Delegada de la Asamblea General que se celebrará este miércoles, 11 de febrero, a las 19.30 horas. Posteriormente, se comunicará a los clubes en una reunión prevista para el jueves, día 12, a las 20.30 horas.

El motivo por el que se ha tomado esta medida es mostrar la disconformidad con la Ley de Emprendedores que quiere aplicar el Ministerio de Empleo y Seguridad Social y que obligará a los clubes modestos a dar de alta en el régimen de la Seguridad Social a sus colaboradores. Se trata del Real Decreto 1006/1985 sobre Deportistas Profesionales que obliga a tributar a los técnicos y monitores, "por poco dinero que cobren".

Peláez se ha mostrado firme en la decisión tomada por toda la Junta Directiva. "Como presidente, apoyo en su totalidad la protesta realizada desde el futbol modesto de Cantabria ya que la adopción de estas medidas tan agresivas y poco o nada explicadas van a significar la desaparición de multitud de equipos de todas las disciplinas", ha advertido.

Así, ha opinado que "se tendría que hacer una moratoria de la aplicación de estas normas y comenzar a estudiar la aprobación de una ley que regule el deporte aficionado y que esté basada en las realidad que vive frente al profesional".

La decisión de las federaciones territoriales cuenta con el apoyo de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) como indicó en un comunicado su presidente, Ángel María Villar, que dejó claro que "todos los estamentos se han unido ante la ausencia de una respuesta adecuada por parte de quienes deberían ser los verdaderos interlocutores en esta ingrata situación".