La eurodiputada socialista Soledad Cabezón ha denunciado esta tarde las situación de "desigualdad e incertidumbre" que sufren los trabajadores en la base militar de Morón de la Frontera, cuyo uso comparten España y Estados Unidos, y ha reclamado la reincorporación de los casi 250 despedidos por VBR, la empresa estadounidense que gestiona los servicios civiles de la base, en una acción que ha calificado de "injustificada".

"Después tres ERE que se han saldado con el despido de 240 trabajadores con la justificación incierta de un posible cierre de la base estadounidense, lo cierto es que la importancia estratégica de la misma, ya sea para la misión contra el Ébola o para la lucha antiterrorista internacional, viene de la mano de incremento en el despliegue de cuerpos de las fuerzas militares de EEUU", ha reclamado la eurodiputada socialista Soledad Cabezón esta tarde ante el pleno de la Eurocámara.

En su intervención, Cabezón ha denunciado la situación de discriminación que sufren los trabajadores de la Base de Morón en condiciones y situación laboral respecto a los trabajadores de otras bases estadounidenses que se encuentran en territorio europeo.

En estos momentos, los gobiernos de España y EEUU negocian la conversión de la base sevillana en sede permanente de una fuerza de intervención rápida norteamericana para situaciones de crisis, con el despliegue de hasta 3.000 marines. "Esto requiere la modificación del convenio bilateral entre EEUU y España, que expira el próximo 19 de abril", ha explicado Soledad Cabezón, quien ha denunciado que "se esté utilizando a los trabajadores como moneda de cambio en unas negociaciones que destacan por su falta de transparencia".

Por todo ello, la eurodiputada ha reclamado la implicación de las instituciones europeas en las negociaciones de estos convenios bilaterales que afectan a las seguridad europea, así como que se vele por los derechos de las y los trabajadores europeos en las mismas. Cabezón ha declarado que "si la base es clave para la seguridad internacional, también lo deben ser sus trabajadores y la comarca en la que se encuentra". "Para hablar de mejorar la seguridad europea debe comenzarse por instar a la transparencia en las negociaciones y a salvaguardar los derechos de los trabajadores y del territorio que acoge la base", ha urgido Cabezón, pidiendo "la incorporación del personal despedido y su equiparación en derechos respecto a los de otras bases europeas".