Huida de película

Sergio C. G., según los Mossos, se zafó de las esposas que tenía en la espalda y se las pasó delante, rompió el cristal de la ventanilla de una patada e intentó subir al techo del vehículo. Se cayó tras un súbito frenazo y se golpeó en la cabeza. Todo ello sucedía a las 15.30 h en la plaza del Centenari, ante una multitud de testigos, pues en ese momento se celebraba una fiesta.

Trasladado al hospital de Can Ruti, se le diagnosticó un traumatismo craneoencefálico muy grave que le provocó un estado de coma irreversible.

La familia del joven acusa a los agentes de haber «empujado» a Sergio del vehículo policial. Además, aseguran que él no intentó huir, que todo es un montaje y que los agentes lo atropellaron.

‘Okupa’ detenido y punzón polémico

El punzón de autodefensa kubotán, utilizado por un agente de los Mossos agredido por un manifestante en la protesta okupa del sábado, sigue levantando polémica, ya que el intendente de la policía autonómica, Joan Miquel Capell, negó que «sea un arma» y lo comparó a una técnica de defensa personal en la que un dedo «puede ser letal». Por su parte, Alfonso H. C., de 30 años, acusado de romper la nariz a un mosso de un puñetazo, fue detenido la madrugada del sábado. La polémica se mantiene con el uso de punzones por parte de la policía, que para entidades sociales como la Comissió de Defensa del Col·legi d’Advocats, la Federació de Veïns o el Col·lectiu Ronda «son síntomas de abuso de autoridad» y para los okupas son armas ilegales.