El año 2015 ha comenzado en Cantabria con un mes de enero "muy frío y extremadamente húmedo", según la delegación territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).

De acuerdo con este organismo, enero se ha caracterizado por dos periodos bien contrastados. Así, a una primera decena "seca y relativamente cálida", le han sucedido veinte días de "abundantes precipitaciones, actividad tormentosa y bajas temperaturas".

En concreto, los primeros diez días del mes estuvieron dominados por ambiente anticiclónico. La ausencia de precipitación estuvo acompañada de temperaturas diurnas "relativamente elevadas" y mínimas "sensiblemente frías", con "fuerte" radiación nocturna.

Durante el resto del mes, y especialmente en la segunda quincena, se impuso el fuerte viento y dos episodios de intensas precipitaciones.

El primero, tuvo lugar entre el 15 y el 22, y estuvo acompañado de un acusado descenso de temperaturas que dejó la región cubierta de nieve por encima de los 700 metros.

El segundo, en los últimos días del mes, comenzó con altas temperaturas y fuerte viento del noroeste, con lluvias generalizadas por encima de los 100 mililitros en 24 horas, en los valles de Liébana, Saja, Miera, Pas y la cuenca del Asón.

De hecho, el último día del mes comenzó con una acusada bajada de temperaturas, que transformó la precipitación en nieve con descenso de la cuota hasta los 500 metros.

Además, a lo largo de enero se han registrado más de 800 descargas de rayos, en su mayoría los días 16 (con 231) y 31 (con 337).

Por su parte, la altura del oleaje ha superado los 4 metros durante 14 días, siete de los cuales estuvo por encima de los 6.

La temperatura más alta se alcanzó el día 13 en Terán, con 21 grados, y la más baja, el día 17 en Nestares, con -9,5 grados. El mayor volumen de lluvia cayó el 30 en Ramales, con 125,8 litros por metro cuadrado, y la racha máxima de viento, también en Ramales, el día 15, con 111 kilómetros por hora.