Con la crisis, muchos han descubierto que vivir de alquiler es una fórmula con muchas ventajas. Sin embargo, habitar una vivienda que no es nuestra tiene también sus desventajas: básicamente no podemos hacer y deshacer a nuestro antojo. Esto limita nuestra libertad para decorar o hacer obras. Pero sobre todo puede hacer más difícil que nos sintamos en casa.

En realidad no hace falta gastar mucho para conseguir que una vivienda cálida y acogedora aunque no seamos su propietario. Es cuestión de maña, imaginación y un poco de estilo. El blog de Fotocasa nos da algunos consejos para sentirnos como en casa en nuestro piso de alquiler.

Pintar paredes

Muchos propietarios permiten a sus inquilinos cambiar el color de las paredes siempre y cuando estas vuelvan a dejarse del mismo color cuando se abandone la vivienda. Es una forma fácil y económica de darle calidez y personalidad al espacio.

Papel pintado

Otra alternativa para cambiar las paredes son los papeles pintados temporales, que pueden retirarse con facilidad sin dejar marca en la pared.

Pegatinas de pared

Son una buena alternativa al papel pintado. Actualmente, existen pegatinas de formas simples para decorar paredes que pueden retirarse con facilidad.

Rollos adhesivos para encimeras

Para cambiar el color de la encimera de la cocina una estupenda solución es utilizar rollos adhesivos que imitan texturas de piedra, granito o mármol.

Reemplazar herrajes

Si los toalleros, pomos de las puertas, tiradores de armarios y demás herrajes son antiguos, están desgastados o no son del estilo elegido, pueden reemplazarse por unos nuevos.

Cambiar las lámparas

Darán un toque nuevo al salón, recibidor o dormitorio sin tener que hacer ningún cambio estructural en la vivienda. Lámparas de pie y sobremesa ayudan además a crear ambientes acogedores.

Decorar con textiles

La mejor manera de personalizar con color y estampados es mediante los textiles. Cortinas, alfombras, cojines… inyectan calidez, confort y personalidad.

Un poco de naturaleza

Flores y plantas naturales aportan color y vida a los interiores. Son otra forma estupenda de crear sensación de hogar en una vivienda de alquiler.