La Asociación Nacional para la Protección y el Bienestar de los Animales (Anpba) estará "vigilante" por si este martes tiene lugar en Cazalilla (Jaén) el tradicional lanzamiento de una pava viva desde el campanario de la parroquia Santa María de la Magdalena con motivo de la festividad de San Blas.

Se trata de una costumbre muy arraigada que no sólo reúne a cazalilleros, sino a otras personas llegadas de poblaciones cercanas como Mengíbar, Espeluy, Villanueva de la Reina o Lahiguera. La mayoría de los vecinos y participantes defienden su celebración, negando que se causen daños al animal, que permanece con quien lo recoge como símbolo de fortuna.

Por contra, colectivos como Anpba o la Asociación Andaluza para la Defensa de los Animales (Asanda) consideran que con el lanzamiento se origina a la pava un sufrimiento injustificado y critican que se mantenga a pesar de que "vulnera la legislación vigente en Andalucía sobre protección animal".

Al respecto, vienen lamentando, igualmente, la reincidencia de los hechos y que, ante eso, se imponga la sanción mínima de entre las posibles. Así, por ejemplo, en octubre de 2014, se conoció la sanción de 2.001 euros fijada por la Junta para la persona que lanzó una pava viva el febrero anterior.

Y es que las multas de las últimas ediciones han ido a parar a particulares que lanzaron la pava, toda vez el Ayuntamiento cazalillero se desvinculó de la organización. En concreto, al imponerlas la Junta considera que se comete "una infracción administrativa muy grave de la Ley de Protección Animal de Andalucía".

El origen de esta costumbre, según expone el propio Consistorio en su página web, se remonta a finales del siglo XIX y principios del XX, cuando dos familias enfrentadas se reconciliaron al enamorarse el hijo de una con la hija de la otra y ambos se casaron un 3 de febrero. No obstante, también recoge que hay quien ubica esta costumbre en los sorteos populares con los que las cofradías de ánimas recaudaban fondos para sus fines.

En cualquier caso, no es la única actividad que se celebra en torno a sus fiestas patronales, con una programación extensa en la que se incluye la procesión de San Blas, a cuyo término se suele dar la suelta del animal.