El Decanato de la Facultad de Derecho de la Universidad de Sevilla (US), ubicada en el campus de Pirotecnia de la capital hispalense, ha incidido en una problemática expuesta ya ante el Rectorado de la Hispalense, consistente en una falta de espacio para ejercer su actividad que, "sin ser alarmistas" —no se registran incidencias de consideración relacionadas con la impartición de docencia—, sí impide que las clases puedan desarrollarse en condiciones "óptimas".

Según ha expuesto a Europa Press el decano de Derecho, Alfonso Castro —que en estos días cumple la efeméride de un año desde su toma de posesión—, se trata de un conflicto del que "ya se había advertido" antes del traslado al nuevo edificio, que actualmente comparte con la Facultad de Ciencias del Trabajo.

Castro, que incide en la intención de su centro de no perjudicar "para nada" a otras facultades y en la convicción de que el espacio existente se gestiona y gestionará "de la forma más apropiada", recalca las bondades estéticas de la nueva construcción, si bien el inmueble, a su juicio y en opinión generalizada de la comunidad universitaria de Derecho, no cumple con todas las condiciones necesarias.

"Es la mejor Facultad de Derecho del Sur de Europa, un centro de referencia, pero también es la única gran facultad que no tiene sede propia, sino que la comparte", ha lamentado el decano, que da cuenta de deficiencias como la ausencia de aulas insonorizadas o la ausencia de sitio suficiente para que los estudiantes estén "mínimamente holgados", cuando, además, Derecho ofrece "muchísimas titulaciones" que hacen preciso un espacio mayor.

Aunque las clases se dan con normalidad y los títulos y alumnos están bien atendidos, Castro recalca que "tenemos que hacer encaje de bolillos, mirar alumno por alumno y estar pendientes de que quepan todos".

Por otra parte, el decano de Derecho asegura tener "muy buena sintonía" con el rector, Antonio Ramírez de Arellano, "una persona de primera de la que tengo la mejor opinión", no obstante lo cual le ha dejado claro que esta cuestión "se tiene que solventar". Pese a todo, una actuación de la Hispalense, "que hace lo que puede y tiene sus prioridades", debería verse acompañada, en su opinión, por el compromiso de las administraciones, "que deben entender que la universidad es prioritaria".

"Parto de la base de que el asunto se va a solucionar lo antes posible, aunque si la facultad va a salir debe hacerlo a un sitio digno", ha apostillado.