El comité de empresa de Vinnell-Brown & Root Spain (VBR), la sociedad que gestiona los servicios civiles de la base aérea de Morón de la Frontera (Sevilla) para las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos en Europa, ha manifestado este viernes que el uso de la base como sede permanente de la fuerza estadounidense de intervención en África debe implicar contraprestaciones en materia de empleo, de tal manera que la base recupere como mínimo el volumen de empleo previo a 2010, cuando VBR emprendió el primero de los tres expedientes de regulación de empleo (ERE) que ha sufrido la plantilla.

José Armando Rodríguez (UGT), presidente del comité de empresa de VBR, ha manifestado a Europa Press que a la hora de negociar una enmienda al Convenio de Cooperación para la Defensa entre Estados Unidos y España para dar carácter permanente a la presencia militar norteamericana en la base de Morón, es necesario que el empleo figure entre las principales "exigencias" de España en dicha negociación. "Todo lo que no sea volver a los niveles de empleo previos a 2010, no nos vale", ha dicho rememorando que desde 2010, la plantilla española de la base ha sufrido tres ERE con 240 despidos.

En ese sentido, ha alertado de que en este tipo de situaciones, Estados Unidos negocia "convenios muy ventajosos" para sus intereses y "enmiendas" siempre a su favor, por lo que ha manifestado su temor ante la posibilidad de que España no sea "exigente", toda vez que ante un incremento de la presencia militar de Estados Unidos, "el empleo es lo único que nos pueden dar a cambio".

El conflicto de la base

Como muestran las hemerotecas, la empresa gestora de los servicios civiles de estas instalaciones militares promovió a finales de 2010 un primer expediente de regulación de empleo "por causas organizativas", para extinguir 286 de los 594 puestos de empleo sujetos entonces a tales servicios. Durante la negociación, la compañía y el comité de empresa acordaron reducir a 150 el número de despidos, pero la destrucción de puestos de trabajo quedó después rebajada a 119 personas al ser descubierto que 31 de los trabajadores incluidos en el ERE habían causado ya baja en la empresa, extremo que por cierto investiga el Juzgado de Instrucción número 15 de Sevilla.

Ya en 2013, un año en el que Estados Unidos decidió ampliar su presencia militar en la base de Morón de la Frontera con el despliegue de 500 infantes de marina y ocho aeronaves, la empresa promovió un nuevo ERE. En esta ocasión no medió acuerdo alguno y en septiembre, 'VBR' consumó el despido de otros 66 trabajadores, toda vez que pocos meses después, Estados Unidos ampliaba aún más su presencia militar en Morón para sumar 850 infantes de marina y 17 aeronaves en estas instalaciones.

El tercer ere

Los trabajadores de la base, en ese sentido, avisaban de una estrategia predeterminada para reducir la plantilla española de las instalaciones castrenses y sustituir así a los empleados españoles por personal estadounidenses o directamente marines. Ya entonces, los representantes de la plantilla manifestaban su temor ante la posibilidad de que VBR promoviese un tercer ERE, como así fue, para que los despidos colectivos se acercasen al número de puestos de empleo que la empresa pretendía extinguir a través del primer expediente de regulación de empleo, es decir 286. En total, los tres ERE han destruido 240 puestos de empleo estables.