Muchos hemos oído hablar del sexto sentido. El de las mujeres es la intuición y el cine lo ha plasmado en un niño que decía aquello de «en ocasiones veo muertos». Pero para los responsables de MIM, éste no tiene nada que ver con el más allá.
Ellos lo vinculan con el corazón
El nuevo restaurante recrea la magia de las películas antiguas y recuerda el cine de Lynch: un escenario-teatro, música suave y sensual –Chavela Vargas es la reina– y una serie de actuaciones que hacen que a uno le cueste apartar la vista de las tablas. La carta, inspirada en libros y en frases de Oscar Wilde o Woody Allen, investiga la unión de sabores. Claro ejemplo son la sopa de coco con gambas marinadas y los meteoritos de risotto al aroma de trufa.
Todos ellos los traen unos camareros-mimos, que se comunican gracias a sus gestos. Ellos convierten el centro de la sala en un improvisado teatro en el que caben acrobacias, juegos con el gramófono y gags. A medianoche, el MIM cambia su rumbo y se convierte en un bar de copas.
* París, 193-197. Abierto de jueves a sábado. De 9.30 a 2h. Precio de 25 a 35 euros.
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