Se extiende a la zona centro el proyecto Smart Water, ahora con más aplicaciones

El proyecto piloto de gestión inteligente integral del agua pionero en España, Smart Water, inicia una segunda fase en la zona centro de Santander, de la que podrán beneficiarse unos 4.000 usuarios, y mejorará su aplicación móvil, como la posibilidad de leer códigos NFC y utilizar programas Bidi.
El alcalde y la concejala
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El alcalde y la concejala

El proyecto piloto de gestión inteligente integral del agua pionero en España, Smart Water, inicia una segunda fase en la zona centro de Santander, de la que podrán beneficiarse unos 4.000 usuarios, y mejorará su aplicación móvil, como la posibilidad de leer códigos NFC y utilizar programas Bidi.

Una segunda fase con un presupuesto de 260.000 euros y un plazo de ejecución de cuatro meses que han presentado este lunes en rueda de prensa el alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, el director de Aqualia Santander, Emilio Fernández, y la concejala de Medio Ambiente, María Tejerina, quienes han destacado que el proyecto Smart Water, cuya primera fase se ha desarrollado en Nueva Montaña, permite gestionar mejor el servicio, dar información en tiempo real a los usuarios e incorporar los datos obtenidos a la plataforma tecnológica única de SmartSantander.

En este sentido, el alcalde ha subrayado que este proyecto que se desarrolla gracias al acuerdo alcanzado entre el Ayuntamiento, la Universidad de Cantabria y el grupo FCC, al que pertenece Aqualia, "es el presente, no el futuro", por lo que se implantará en toda la ciudad aunque no se sabe aún en cuánto tiempo.

Por el momento, una segunda fase se inicia ahora en el centro de Santander, en un espacio delimitado en el este por las calles Antonio López y Castilla, Calderón de la Barca y calle Cádiz y en el extremo sur se sitúan Lealtad e Isabel II, la calle Méndez Núñez y Navas de Tolosa. Se incluyen las estaciones (de autobuses y ferrocarriles), instalaciones comerciales, hoteles, etcétera. En total, se incluirán 1.229 casas y unos 4.000 vecinos.

Además de la instalación de los equipos de telelectura de los ciudadanos, se colocarán redes de equipos inteligentes que permitirán monitorizar las redes de saneamiento, para conocer su nivel, la presión de la red, las bocas de riego, caudalímetros y lectura de calidad, que permitirán a la empresa concesionaria gestionar el servicio, al Ayuntamiento controlar esa gestión y al ciudadano, conocer su propio consumo.

Esta información monitorizada se lleva por primera vez a la calle. Así, se instalará un panel en la calle Rodríguez, similar a los de calidad del aire pero que no existía en relación al agua.

En concreto, contempla 1.229 equipos de telelectura de consumo de los ciudadanos y equipos inteligentes de red que permitirán monitorizar niveles de saneamiento (dos unidades), presión en la red (cuatro unidades), sensores en boca de riego (tres), un caudalímetro, una unidad reductora inteligente, tres equipos de lectura de parámetros de calidad, un sensor en el hidrante y el panel informativo.

Por otro lado, en esta segunda fase también se mejora la aplicación móvil a disposición de los ciudadanos de la que ya se han producido 600 descargas. Para fomentar su utilización, Aqualia sorteará dos tablets entre todos los que se den de alta antes del 28 de febrero a través de Smart Water.

En concreto, en cuanto a la parte pública, la app se mejorará con la introducción de lectura de códigos NFC con el móvil y códigos Bidi para que los ciudadanos tengan información sobre la situación del agua directamente con su móvil. Y también se permitirá realizar solicitudes de asistencia técnica.

Respecto a la parte privada, se dotará a los usuarios de la capacidad de poder ver virtualmente su consumo de agua de forma más clara, accesible y simple; y se registrarán nuevos tipos de alerta para la puesta al día de los recibos, el inicio de campañas, etcétera.

Independientemente, se está trabajando con la Universidad de Cantabria en la posibilidad de un segundo proyecto de investigación sobre el Smart Water centrado en otras mejoras para futuras fases, la viabilidad técnica y económica de una implantación general a toda la ciudad y en temas de drenaje urbano sostenible (aprovechamiento del agua de lluvia).

Por lo que se refiere a la primera fase, tanto Tejerina como Fernández han explicado que los datos obtenidos a través de la colocación de sensores han permitido una mejora de la presión, controla el nivel del colector de Nueva Montaña y poder actuar con prevención.

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