Todavía no lo sé. Desde luego, es más fácil llegar al final de donde quieres ir artísticamente. En el grupo teníamos que negociar ciertas cosas.

¿Dónde quiere llegar?

Donde la canción quiera ir. Lo importante es que mis discos muestren mis inquietudes, penas, alegrías..., que me definan como persona.

¿Cómo es su universo?

Es muy difícil de definir con palabras, me es más fácil con canciones. En el disco transmito cosas que me han pasado: el encuentro con mi mujer, mi hijo, dejar Elefantes...

Es un disco optimista. ¿Es difícil serlo en estos tiempos?

Todo lo contrario. Tengo la sensación de que lo que intentan es defraudarnos para que nos callemos. Es muy importante que nos revelemos en contra de toda esa negatividad y que busquemos el lado positivo, que lo hay.

Dicen que en los grupos se camuflan los defectos...

No hago discos para ser perfecto. Me parece bien que se vean los defectos en las obras porque así tienen un valor.

Diga un defecto suyo.

Soy muy impaciente.

El primer sencillo se llama Todo cambia. ¿Le preocupa el paso del tiempo?

Sí. O mejor dicho, me preocupa, pero no negativamente. El paso del tiempo nos lleva a la muerte, y hay que verla como algo que te enseña que no controlamos nada.

Ha donado los derechos de una canción a una ONG, ¿la música es compromiso?

La música es expresión. Cada uno decide si a esa expresión artística la dota de compromiso. En mi caso, hay temas que me inquietan y me apetece hacer partícipe a mi público. Pero no creo que en la música se tenga que ser reivindicativo.

Elefantes se agotó. ¿Le puede pasar lo mismo a Shuarma?

En un grupo, cuando hay varias personas, es más fácil que se agoten y la regeneración del proyecto no pasa por uno mismo. Sólo eres tu ángel y tu demonio. Veo difícil que se me agoten las ganas de hacer música, pero no veo nada difícil que se me agoten las ganas de sacar discos. A veces es casi una competición y nunca me han gustado los deportes de competición.

¿Ser líder de Elefantes es un aval o un lastre?

Un aval. Me gusta mucho el trabajo que hemos hecho. Es fantástico que digan: «¡Éste es Shuarma, de Elefantes!».

Bio

Juan Manuel Álvarez, Shuarma, nació en Barcelona en 1972. Fue durante una década la cabeza visible de Elefantes.