Los niños cometen menos delitos pero más violentos

La delincuencia juvenil ha bajado un 36% en cuatro años. El 22% de menores que ha cumplido una pena recae, sobre todo chicos sin estudios o trabajo.
Los actos de delincuencia de los adolescentes entre 14 y 18 años han disminuido en los últimos años, pero cada vez son más violentos.Entre 2001 y 2005, los hechos de este tipo que llegaron a la Fiscalía pasaron de 9.326 a 5.981, un 36% menos, según datos que se debaten entre ayer y hoy en las VI Jornadas sobre Violencia Doméstica, que organiza el Hospital Vall d’Hebron.

Eso no quiere decir que aumenten los asesoramientos o las mediaciones. Ahora hay más conciencia.

«Al mismo tiempo, los hechos delictivos pasan de falta a lesiones. Eso significa que interviene la violencia. Por ejemplo, robos o acciones en las que algunos afectados tienen que pasarse por el hospital para curarse», señaló el jefe de investigación del Centro de Estudios Jurídicos de la Generalitat.

Robos y agresiones

Según los últimos datos, un 34,9% de los delitos a esa edad tiene la consideración de violento. Predominan los que atentan contra la propiedad (dos de cada tres) y contra las personas (22,1%).

Según un estudio entre 3.728 menores internados o controlados por Justícia, un 22,7% reincidieron al menos una vez. El perfil es el de un varón (25%), sin estudios o trabajo y que pasó un internamiento (63%). De media, tardan en reincidir seis meses y medio. Si los extranjeros recaen más (36,6%) es porque concentran más conductas de riesgo: muchos no tienen trabajo o formación, proceden de familias desestructuradas y tienen problemas con el alcohol y las drogas.

Los magrebíes, en peor situación

Los expertos se niegan a establecer relación directa entre nacionalidad e infracciones, pero hay un dato al menos llamativo. Los magrebíes son un 31% de la población juvenil extranjera pero cometen el 66% de los delitos de este colectivo. En cambio, los latinoamericanos, que son más (41%) apenas están implicados en un 16% de estos problemas. Los magrebíes vienen en peores condiciones (sin documentación y con transportes poco normales), dejan sus familias lejos... Ahí podrían hallarse las causas.

Josep Tomàs. Psiquiatra infantil.

«Más dureza en las penas a jóvenes no da mejores resultados»

¿Por qué y contra quién se produce esta violencia?

Por alteraciones familiares (divorcios, separaciones de los padres), adicción a las drogas o por el fracaso escolar, entre otros. Tienen necesidad de romper objetos y maltratar a animales o personas.

¿Es normal?

Hasta los 4 o 5 años aumenta la violencia. Pero después, los niños deben ir disminuyéndola o atenuándola.

¿Y cómo se distingue una pataleta de una conducta impulsiva?

Cuando da bofetadas, tira los platos u otros objetos. Se ve que le falta control en sus acciones.

¿Qué se debe hacer?

Que el experto haga un estudio pormenorizado sobre la maduración del adolescente, la actitud educadora de los padres, entre otros. Un tratamiento debe proponer medidas de ayuda para la familia y el chico. Tienen unidades de atención psiquiátrica la Vall d’Hebron, la Creu Roja o el Clínic.

¿Más dureza sería mejor?

No. Los niños que han pagado sus hechos con una medida penal alternativa tienen resultados más efectivos que entre aquellos que han pasado por la cárcel.

¿Son todos los niños igualmente problemáticos?

Hay que diferenciar los que tienen actitudes reactivas de los que planifican fríamente para obtener un beneficio.

Bio

Con 65 años, Tomàs es director del máster de Psiquiatría Infantil de Departamento de Psiquiatría de la UAB.

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