El gran museo estadounidense del diseño celebra su reapertura con 10 grandes exposiciones

  • El Cooper Hewitt de Nueva York reabre después de tres años renovando su sede tradicional, la Mansión Carnegie, un edificio de principios del siglo XX.
  • Presenta un espacio "quintuplicado" para su colección y una "sala de inmersión" con las últimas tecnologías para explorar las obras digitalmente.
  • En su reinauguración, diez exposiciones (entre temporales y permanentes) recorren la historia de la humanidad a partir del diseño.
'Sala de inmersión', una de las nuevas instalaciones del renovado museo de diseño Cooper Hewitt, en Nueva York
'Sala de inmersión', una de las nuevas instalaciones del renovado museo de diseño Cooper Hewitt, en Nueva York
Foto: Matt Flynn - © 2014 Cooper Hewitt, Smithsonian Design Museum
'Sala de inmersión', una de las nuevas instalaciones del renovado museo de diseño Cooper Hewitt, en Nueva York

Es el único museo de los EE UU dedicado en exclusiva tanto al diseño histórico como al contemporáneo. Uno de los centros del complejo museístico del Instituto Smithsonian, el Cooper Hewitt de Nueva York comienza su repaso con piezas egipcias del año 1100 antes de nuestra era y termina con las propuestas más innovadoras del diseño actual en una línea del tiempo construida con 210.000 objetos.

Después de tres años cerrado por reformas, el centro reabre ahora con "un 60% más" de superficie total y sorprende con un espacio "quintuplicado" para alojar las obras de su colección permanente, además de un total de 10 exposiciones que celebran la vuelta del museo a la escena cultural neoyorquina.

"Convertido en un museo del siglo XXI", dicen los promotores, se reinaugura en su sede tradicional, la Mansión Carnegie, hogar familiar del magnate estadounidense Andrew Carnegie (1835-1919). El edificio se presenta como "una asombrosa pieza de diseño en sí misma" que combina la grandeza de una vivienda de lujo de principios del siglo XX con las últimas tecnologías.

La historia de los utensilios más humildes

La gran novedad en las instalaciones la protagoniza una extensa "sala de inmersión", creada para "explorar la colección digitalmente" en mesas de pantallas táctiles con imágenes de los objetos en alta definición. Además, en este nuevo espacio, el museo da a los visitantes la oportunidad de crear diseños propios y anuncia que en estos primeros meses de 2015 se añadirá a la experiencia un novedoso "bolígrafo electrónico", que "ampliará la experiencia del visitante" dándole la oportunidad de recopilar y guardar información sobre las obras y compartirla o utilizarla después.

En las 10 muestras inaugurales se exhiben más de 700 objetos a lo largo de los cuatro pisos de la transformada mansión. Una de las más representativas es Tools: Extending Our Reach (Herramientas: ampliando nuestro alcance): un acercamiento a la historia de los utensilios más humildes que abarca "1,85 millones de años".

De consumidor a usuario y también diseñador

Desde una pequeña hacha del paleolítico hecha de roca volcánica hasta un satélite que envía información de la supeficie solar en tiempo real, el conjunto demuestra cómo las herramientas se complementan a las cualidades físicas del ser humano para lograr lo que se propone. Entre las piezas más curiosas los organizadores destacan un corazón artificial, una impresora en 3D que puede funcionar con gravedad cero, un robot volador diminuto y teledirigido y unas gafas esquimales para la nieve talladas en marfil de mamut.

Continuando con la idea de mejorar las habilidades humanas, la exposición Beautiful Users (Hermosos usuarios) —otro de los platos fuertes del Cooper Hewitt— explora el modo en que los diseños se basan en la observación del cuerpo humano y su comportamiento para idear productos.

Las 120 piezas atestiguan cómo el diseñador ha pasado de pensar en consumidores para asumir que se tratan de usuarios y prueban cómo estos usuarios son ahora diseñadores por sí mismos, capaces de "hackear" objetos o fabricarlos con impresoras 3D.

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