Dos hermanas han sido rescatadas después de vivir encerradas durante treinta años en un cuarto de su casa en el estado mexicano de Chihuahua, debido al parecer a una combinación de esquizofrenia, marginación y miedo a un cartel de la droga.

El visitador general de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) de Chihuahua en la zona de Parral, Amin Corral Shaar, ha informado de que las dos mujeres son Francisca Valles Campos, de 35 años, y Luz Ofelia, de 38.

Ambas fueron encontradas con graves problemas físicos y psíquicos el pasado día 30 en una habitación de la casa familiar en la comunidad de Bufalo, después de que el alcalde de Allende (cabecera municipal), Gilberto García Mendoza, denunciara la situación.

En el domicilio, Corral se encontró con un sorprendente panorama: en la casa vivían el padre de las dos mujeres, de "edad avanzada y que no trabaja", la madre y tres hijos varones, además de las dos hijas.

"Al parecer, toda la familia padece de discapacidad mental" y colaboraba con el encierro, y el único que trabaja es el hermano mayor, que tiene "un criadero de puercos y les provee el alimento", relató Corral.

Las autoridades tuvieron que forzar la puerta del cuarto en el que estaban las mujeres, presuntamente "por voluntad propia", según la CEDH.

"Olía el cuarto porque no se habían bañado en años" y las dos mujeres estaban cubiertas "solamente con una cobija (manta)", relató la fuente.

Las mujeres sufrían diversas infecciones y una de ellas tuvo que ser trasladada a una clínica de Allende para ser atendida de llagas en varias partes del cuerpo.

"Es el caso más raro con el que nos hemos encontrado en mucho tiempo, nunca había visto algo así", agregó Corral.

Explicó que, además de él, intervino en el rescate la policía local, en presencia de parientes y vecinos que se negaron a hablar del caso.

En el remoto lugar en el que se encuentra la casa "prevalece la ignorancia" y hace tres décadas se extendió "un rumor" de que los narcotraficantes locales iban a robar a "los niños y las niñas".

El temor surgió después de que en Bufalo fuera decomisado uno de los mayores alijos de marihuana de la historia de México, con cerca de 10.000 toneladas de esa droga, en una operación vinculada con uno de los casos más famosos de la lucha antinarcóticos en el país, el del asesinato del agente del Departamento Estadounidense Antidrogas (DEA) Enrique Camarena.

Según algunas versiones, Camarena fue asesinado por orden del narcotraficante Rafael Caro Quintero, del cártel de Guadalajara, tras enterarse de que había revelado el paradero de la droga en Bufalo, aunque otras teorías apuntan a que lo mataron porque descubrió una conexión entre la CIA y el narcotráfico mexicano.