Los ataques suicidas han hecho estallar su mortífera carga contra tres puentes en las cercanías de Bagdad asesinando a 26 personas e hiriendo al menos a otras sesenta, según fuentes policiales.

El primer ataque fue asestado contra el viejo puente de Diyala, afluente del río Tigris, en un camión que transportaba la carga explosiva.

Minutos después, con un coche y a poca distancia del primero, otro suicida detonó su mortífera carga en el nuevo puente, denominado Yasr Diyala. Los dos puentes estaban situados al sur de la capital iraquí, área de mayoría chií.

En el tercer puente afectado, ubicado cerca de la ciudad de Taji, al norte de la capital iraquí; han fallecido cuatro personas.

Ataques recientes

Los dos puentes son habitualmente utilizados por peregrinos de la etnia chií en su camino a las ciudades santas de Najab y Kerbalá, al sur del castigado país.

Las sospechas vuelven a recaer en la organización Al Qaeda.

Ataques sunníes de militantes árabes han atacado recientemente puentes en Bagdad.

Previo aviso

Los ataques se han cometido justo después del comunicado del general encargado de las actividades militares en Irak, David Petraeus, en el que avisaba a sus soldados que evitasen torturar a ciudadanos iraquíes con la excusa de obtener información.

El militar criticó el argumento de que la tortura puede dar lugar a la obtención de información rápida era "equivocado", en una carta fechada el 10 de mayo.

Según el sondeo, realizado entre agosto y octubre de 2006, un 10 por ciento de los 1.320 soldados y 447 marines interrogados dijeron que habían abusado de civiles, o bien a través de violencia física o dañando sus propiedades.