A J. M. G. U. le salió mal la jugada. Este joven de 20 años, ahora detenido, quiso entrar en el despacho de su jefe, forzar la caja fuerte e irse con el botín sin hacer ruido, pero sus planes se vieron truncados. Todo ocurrió la noche del pasado miércoles en la empresa del polígono tecnológico de Armilla donde trabajaba. El detenido, al no poder romper la cerradura de la caja fuerte, le prendió fuego para borrar sus huellas. Las llamas se propagaron hasta tal punto que J. M. G. U. colaboró con los bomberos en su extinción, teniendo que ser atendido posteriormente en urgencias por inhalar humo. Poco después, la Guardia Civil descubrió que el joven había sido el responsable de lo ocurrido.