Los Mossos d’Esquadra prohibieron ayer, bajo amenaza de sanción de 30.000 euros, la celebración de la manifestación contra la proliferación de comercios chinos .
Los vecinos acusaron al Ajuntament de Barcelona de intentar acallar sus protestas en plena época electoral.
Un nutrido grupo de 50 vecinos y comerciantes del Eixample se dieron cita ayer frente al 96 de Roger de Flor, la Carnisseria Mor, un establecimiento que tras 45 años en el barrio cierra al doblársele el alquiler y da paso a una autoescuela china.
Acusaciones de racismo
La portavoz de la asociación Eixample Sostenible, Charo Martínez, rechazó las acusaciones de xenofobia y racismo lanzadas por otras entidades y pidió "que vean la realidad sin demagogias" y que, tras la moratoria de licencias de comercios, se implante un plan de usos "muy riguroso".
Para los comerciantes autóctonos la expansión del comercio chino amenaza su subsistencia, según el propio Vicenç Mor, "la onda expansiva de la calle Trafalgar ya se está notando".
No gustó a los políticos
Que la protesta se manifieste a menos de dos semanas de las elecciones no ha gustado a los políticos. El alcalde y candidato del PSC, Jordi Hereu aseguró que "no es una casualidad".
El representante de los comerciantes chinos, Lam Chuen, recordó la moratoria y que los orientales se encuentren en medio de "un problema que no es el nuestro".
Vecinos como Sara Sánchez dicen que "dejar instalarse a los chinos" para el residente "es una pérdida de calidad de vida al perder el comercio tradicional".
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