Acusada de apropiarse de dinero de sus sobrinos achaca los hechos a un "préstamo" y ellos lo niegan

La mujer, identificada como B.M.M.D., a la que la Fiscalía atribuye un presunto delito de apropiación indebida que habría cometido al quedarse con dinero de tres sobrinos de quienes había sido nombrada tutora tras el fallecimiento de los padres de los mismos, ha reconocido este miércoles en el juicio que se ha seguido contra ella en la Sección Tercera de la Audiencia de Jaén que firmó una serie de transferencias de una cuenta de estos jóvenes de la que era cotitular por un importe total superior a 27.000 euros, si bien fue en concepto de "préstamo" que éstos le hicieron a su hija, algo que los tres han negado.

La mujer, identificada como B.M.M.D., a la que la Fiscalía atribuye un presunto delito de apropiación indebida que habría cometido al quedarse con dinero de tres sobrinos de quienes había sido nombrada tutora tras el fallecimiento de los padres de los mismos, ha reconocido este miércoles en el juicio que se ha seguido contra ella en la Sección Tercera de la Audiencia de Jaén que firmó una serie de transferencias de una cuenta de estos jóvenes de la que era cotitular por un importe total superior a 27.000 euros, si bien fue en concepto de "préstamo" que éstos le hicieron a su hija, algo que los tres han negado.

En su declaración, la acusada ha puntualizado que, pese a lo que consta en el escrito de calificación de la Fiscalía, fue tutora de dos de los tres hijos de su hermana, pero no de la hija mayor, porque ésta ya tenía los 18 años cuando el Juzgado de Primera Instancia número cuatro de Jaén dictó el auto en el que le asignaba la tutela de los otros dos sobrinos, que sí eran por entonces menores de edad. En todo caso, los tres hermanos vivieron con ella en su casa, en Toledo, hasta que el pequeño alcanzó la mayoría de edad.

La acusada ha explicado que en la capital manchega se abrió una cuenta bancaria a la que se traspasaron 63.983 euros que correspondían a la indemnización que sus sobrinos habían recibido por el fallecimiento de su padre en accidente de tráfico, y que éstos tenían en un plazo fijo, situación en la que se mantuvo aunque con un porcentaje de rendimiento mayor al que inicialmente recibían cuando lo tenían depositado en una sucursal de Jaén.

En junio de 2007, según ha admitido, firmó tres transferencias de esa cuenta, de la que era cotitular, a su yerno, por un importe total de 27.300,21 euros, tras una "reunión" que, según ha manifestado, celebraron sus sobrinos con su hija, en la que éstos "accedieron" a prestarle dinero a su prima, que junto a su marido debía saldar una deuda contraída con un bar que regentaban y que querían traspasar.

De esta manera, la procesada realizó las transferencias "con el consentimiento" de sus sobrinos y "autorizada" por éstos, según ha defendido antes de agregar que fue ella quien ordenó la operación para evitar que los chicos tuvieran que "salir de clase" y alteraran sus jornadas lectivas para ir al banco a firmar ese traspaso.

"préstamo" sin devolver

Así, a preguntas de la fiscal ha respondido que no sabe por qué sus sobrinos se han querellado contra ella. "No puedo decir otra cosa", ha incidido, al tiempo que ha explicado que no estuvo presente en la reunión que, según su versión, su hija mantuvo con sus primos y donde se acordó ese "préstamo", que por otra parte, según ha añadido, "no se ha podido devolver" a los sobrinos.

"Nunca se ha podido, sobre todo de la forma en que ellos querían" que se devolviese, ha abundado antes de concretar que las referidas transferencias iban realmente dirigidas a los "acreedores" de su yerno por el negocio que regentaba y que se había "hundido". También ha manifestado que "el compromiso era saldar la deuda para traspasar el local".

En la misma línea se ha pronunciado la hija de la acusada, que en su declaración, en calidad de testigo, ha afirmado que ella le "pidió" a sus primos el dinero transferido, que "se dedicó a pagar una deuda", por lo que la operación bancaria contó "con el conocimiento" de sus primos, que le "dieron el permiso" para quedarse con ese montante.

Así, ha señalado que éstos han interpuesto una querella contra su madre y no contra ella misma "porque creen que yo no tengo dinero para devolvérselo y mi madre sí", de ahí que, en su opinión, sus primos han actuado en este caso con "mala fe", porque además, según ha defendido, la transferencia podía haber sido firmada por "cualquiera de ellos, porque eran mayores de edad" y también titulares de la cuenta desde la que se hizo.

Versión de los sobrinos

Frente a estos testimonios se han situado los de los tres sobrinos de la acusada y querellantes, que han coincidido en señalar ante el tribunal que no tenían "conocimiento" de las transferencias que su tía hizo a su yerno.

Así, la mayor de los tres hermanos ha declarado que se percató, cuando todos ellos alcanzaron la mayoría de edad y ella misma "retomó el control de sus cuentas", de que había "movimientos bancarios irregulares de los que no tenía conocimiento", entre las que figuraban transferencias que no sabía "de dónde procedían", solo que estaban "ordenadas por su tía".

"No hubo conocimiento, voluntariedad, comunicación ni información" sobre esas transferencias por parte de los tres hermanos, ha aseverado la sobrina mayor, que también ha negado que se mantuviera una reunión con su prima para acordar un préstamo, al tiempo que ha indicado que la situación de sus hermanos mientras estuvieron bajo la tutela de su tía "no era boyante". "Teníamos lo mínimo", ha abundado.

De igual modo, el segundo hermano ha negado que las transferencias se realizaran con su "consentimiento", mientras que el más pequeño de los tres ha coincidido en señalar que la querella se presentó contra su tía porque se detectó que de sus cuentas "se habían sacado ciertas cantidades sin saber a qué iban destinadas", y sin que hubieran sido "avisados". También ha afirmado que hubo un momento en el que le reclamaron la cantidad aproximada de 27.000 euros a su tía, si bien ésta respondió pidiéndoles que "se dirigieran a su hija" para exigir ese dinero.

El juicio ha quedado visto para sentencia, si bien el abogado de la defensa de la encartada ha elevado una protesta al inicio del mismo al entender que debería haberse celebrado en la Audiencia Provincial de Toledo y no en la de Jaén por ser en la ciudad manchega donde se habría cometido el supuesto delito.

La Fiscalía y la acusación particular solicitan tres años de prisión para la acusada por un supuesto delito de apropiación indebida, así como que indemnice a sus sobrinos con los referidos 27.300,21 euros.

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