Este jueves han arrancado las obras de peatonalización de las calles Rubio y Gravina de Santander, que cuentan con un presupuesto de 653.000 euros y un plazo de ejecución de cinco meses, por lo que concluirán en mayo de 2015, aunque se va a intentar reducir ese plazo.

Así lo han manifestado el concejal de Obras, César Díaz, y el alcalde, Iñigo de la Serna, durante una visita al inicio de los trabajos, que serán acometidos por la UTE Dragados-Cuevas en dos fases.

En la primera de ellas se ejecutarán las obras en la calzada de la calle Gravina, con la sustitución del pavimento por un nuevo firme de losas de granito, desde Rubio a Magallanes, para proceder después a la remodelación de las aceras y seguir a continuación con los trabajos en la calle Rubio, que se peatonalizará en el tramo comprendido entre Cervantes y Florida.

Las obras implicarán un cambio de sentido en la circulación de vehículos, de la calle Magallanes entre Florida y Gravina para favorecer el tráfico y evitar fondos de saco.

El edil ha resaltado que la remodelación dará "un toque distinto" a esta zona de la ciudad, mientras que el regidor ha resaltado que la peatonalización -que se suma a las llevadas a cabo en otras calles- se realiza en "un lugar emblemático" de la ciudad, sobre todo desde el punto de vista cultural, ya que en la zona se ubican el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo (MAS), la Biblioteca Menéndez Pelayo, la Fundación Gerardo Diego y la biblioteca pública municipal.

Al hilo, el regidor se ha referido a los trabajos de remodelación de la cubierta de la biblioteca y los que se van a hacer para mejorar la accesibilidad al Museo, con lo que la inversión total suma los 1,3 millones.

El fin de estas actuaciones es favorecer el paso de peatones, impulsar el sector comercial y hostelero de la zona, y poner en valor este espacio, al que De la Serna se ha referido como una "ínsula cultural".

Todo ello, ha destacado, dentro del proceso de "metamorfosis" que está experimentado la capital cántabra, con proyectos como el Centro Botín, la presencia del Museo Reina Sofía a través del Archivo Lafuente, en la antigua sede del Banco de España, o el traslado del Museo de Prehistoria al Mercado del Este.

Con ello, De la Serna se ha mostrado partidario de seguir invirtiendo en el entorno para situar a la ciudad al "nivel más alto posible" desde el punto de vista de la cultura, "mejorando lo que ya existe" y acometiendo nuevas iniciativas.

Datos del proecto

El proyecto afectará a una superficie total de 2.169 metros cuadrados —1.653 de la calle Rubio, 450 de Gravina y 66 de Cervantes—. Las losas serán cuadradas, de 1,20 metros de ancho y de largo, se colocará nuevo arbolado y se completará el mobiliario urbano con más bancos y papeleras.

También se modificará el saneamiento y el abastecimiento, cambiando tuberías antiguas por otras nuevas y las acometidas existentes, y se cambiará de posición el semáforo existente en la calle Cervantes, que quedará colocado antes del paso de peatones que se construirá para comunicar la calle Rubio con Miguel Artigas.

De igual modo, se quitarán los contenedores de basura ubicados frente al Museo, se estudiará modificar el alumbrado y se intentará también habilitar alguna zona de carga y descarga para dar servicio a los locales y comercios de la zona.