El Ayuntamiento de Palma ha presentado el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) con el que pretende dar un "rumbo nuevo" a la ciudad, "acorde con los nuevos tiempos". De esta forma, el plan revisa la ciudad para "dar respuesta a las nuevas necesidades" de forma participativa y con criterios sostenibles económica y medioambientalmente.

Así lo ha destacado el teniente de alcalde de Urbanismo y Vivienda, Jesús Valls, durante la presentación del documento, que consta de 6.000 folios entre los que se incluyen planos, normas, una memoria e informes de sostenibilidad económica.

El Plan consiste en una revisión de la ciudad que tiene en cuenta sus calles, espacios verdes, equipamientos y conexiones, zonas comerciales, patrimonio y ejes comerciales.

El anterior Plan General data del año 1998 pero normalmente estos planes se revisan cada diez años, por lo que el Ayuntamiento considera "especialmente urgente" esta revisión "de cara a adaptar la ciudad a la nueva realidad".

Participación ciudadana

Asimismo, Valls ha insistido en la orientación participativa de este avance, para cuya elaboración se han producido reuniones con 10 mesas sectoriales y 81 entidades. Asimismo, el plan quedará expuesto al público durante dos meses en el Teatro Xesc Forteza con el fin de que los ciudadanos que tengan interés en la propuesta puedan consultarlo.

"Palma requería desde hace tiempo un rumbo nuevo más acorde con los nuevos tiempos y las inquietudes de los ciudadanos", ha recalcado Valls, quien ha hablado de "humanización del espacio de convivencia" a través de "valores identitarios" y "respeto por nuestro patrimonio".

De este modo, esperan conseguir "una ciudad más compacta y sostenible" que "siga siendo competitiva como destino turístico durante todo el año" pero que también sea "un lugar para vivir".

Líneas de actuación

El Plan General abordará la apertura de la ciudad al mar por medio de actuaciones en todo el frente marítimo (eliminación de algunos edificios, transformación parcial en un bulevar, nuevos accesos), el tratamiento del centro histórico como unidad urbanística singular, la regeneración y rehabilitación de los barrios degradados (como Camp Redó o Son Gotleu), y la potenciación de Palma como ciudad turística con productos que contribuyan a la desestacionalización (como cruceros o el Palacio de Congresos).

Para ello, el PGOU propone una serie de medidas que incluyen la delimitación de las zonas más degradadas (llamadas 'zonas F') y la protección de barrios tradicionales.

También se plantea la creación de siete ejes cívico-comerciales que conecten los barrios con el centro y apoyen el pequeño y mediano comercio. Se obligará al uso comercial en planta baja y se incluirán carriles bici y aparcamientos al principio y al final de cada eje para conseguir un espacio más amable con el peatón.

Igualmente, se sugiere flexibilizar los usos en equipamientos públicos, simplificar la gestión administrativa en las zonas M en polígonos y clasificar el suelo con criterios de optimización, eficiencia energética y sostenibilidad. Esto último se traducirá en la transformación de 120 hectáreas de suelo urbanizable de Sa Bomba, Génova y Son Sardina en suelo rústico.

Espacios comunitarios

El plan prevé finalizar proyectos de sistemas generales comunitarios como el instituto de Son Ferrios, la Ciudad de Mayores en Son Dureta, el edificio de Gesa, el Palacio de Congresos o el Museo del Mar.

En cuanto a infraestructuras, el PGOU proyecta una ampliación del Metro hasta el Parc Bit y mejorar el tratamiento de aguas residuales con una ampliación del

Edar ii.

Por su parte, el puerto está pendiente de la redacción de un nuevo Plan Director, pero se contempla la supresión de determinados edificios como el de Aduanas, Capitanía y Autoridad Portuaria, además de la apertura del Dique de Levante al tránsito urbano con un aparcamiento soterrado entre éste y el Pesquero, además de edificios culturales, zona recreativa, terrazas y actividades náuticas.

A su vez, el PGOU considera rediseñar el Paseo Marítimo gracias a actuaciones previstas como el segundo cinturón y las nuevas conexiones de la Vía Cintura en Poniente y Levante. También se aborda la actualización del catálogo municipal y el tratamiento del paisaje.

Por último, Jesús Valls ha incidido en que todas las medidas incluidas en el plan "se impregnan de la necesaria filosofía de Smart City o ciudad inteligente", lo que significa "una ciudad que saca provecho de las nuevas tecnologías para reducir su impacto ambiental y facilitar el contacto entre la administración y el ciudadano".