Efectivos de la Guardia Civil de la Comandancia de Gijón han aprehendido una tortuga de carey naturalizada traída de la República Dominicana sin cumplir los requisitos legales establecidos al respecto tanto de especie protegida (Convenio CITES), como del comercio de la misma (Reglamento (CE) 338/97). El animal disecado se vendía por Internet.

Según una nota de prensa de la Comandancia de Gijón, a mediados de noviembre el Seprona tuvo conocimiento de la existencia de un anuncio en una página de compra-venta de Internet en el que se ofrecía una tortuga de carey de la República Dominicana naturalizada al precio de 225 euros.

Como quiera que la tortuga se encuentra incluida desde el año 77 en el Anexo A del Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies de Fauna y Flora Silvestre Amenazadas (CITES) y en el Reglamento (CE) 338/97 del Consejo relativo a la protección de especies de la fauna y flora silvestres mediante el control de su comercio, está prohibida su compra-venta, aunque puede poseerse un ejemplar si se cuenta con una autorización y se posee un documento que acredita su procedencia.

El dueño de a tortuga señaló inicialmente a los agentes que no poseía el citado documento y relató que la había traído en una maleta en su viaje de novios de la República dominicana, donde es sencillo comprar este tipo de animal en cualquier mercado, hace 26 años.

La Guardia Civil procedió entonces a la incautación de la tortuga e inició un procedimiento sancionador en base a los artículos 11 y 2.2.b de la Ley Orgánica 12/1995 de 12 de diciembre de 1995 de represión del Contrabando. La actuación se lleva a cabo en coordinación con la Dirección General de Recursos Naturales, que es quien en un primer momento comunicó la existencia del anuncio.