El conductor murió calcinado. La autovía se convirtió ayer en una trampa para los centenares de conductores que se vieron atrapados en un monumental atasco que duró más de cinco horas.La causa de las retenciones fue el incendio de un camión, por motivos aún desconocidos. El suceso tuvo lugar a las 13.30 horas en la antigua N-323, cuando el camión explotó y la cabina cayó a la autovía, a la altura del Suspiro del Moro, término de Otura.
El conductor del vehículo murió calcinado, según informaron fuentes de la Guardia Civil, y las dos carreteras estuvieron cortadas al tráfico durante varias horas, ya que el accidente se produjo sobre un paso elevado y la cabina cortó la autovía, mientras el remolque del camión impedía el tránsito por la N-323.
La Guardia Civil buscó como itinerario alternativo la carretera del Suspiro del Moro y, aunque las labores para despejar las dos carreteras comenzaron sobre las dos de la tarde, las vías no pudieron abrirse al tráfico hasta las siete. El accidente, unido a la presencia de la lluvia, hizo que el tráfico fuera ayer complicado en toda la provincia.
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