La escritora española María Dueñas regresa con la novela Misión Olvido, cuya trama combina intriga, romance y misterio, desplazándose entre la España de los años 30 y 50 y el mundo académico estadounidense de finales del siglo pasado e inicios del presente.

Publicada a fines de octubre para el mercado estadounidense de habla hispana bajo el sello Atria de Simon and Schuster, Misión Olvido gira en torno a Blanca Perea, catedrática española, quien gozaba de éxito y estabilidad tanto en lo profesional como en lo personal. Todo se va cuesta abajo cuando su esposo de más de 20 años la abandona por otra mujer con quien espera un hijo.

Para escapar el dolor y las preguntas en torno a su nueva situación personal, Blanca acepta un proyecto académico en una pequeña universidad californiana, el lugar más apartado de su antigua vida.

El proyecto requiere organizar los documentos de Andrés Fontana, un escritor español fenecido trágicamente varias décadas antes de su llegada. Blanca se sumerge en la investigación, hilvanando detalles de la vida de Fontana, de su exilio durante la guerra civil española, y sus conexiones con otro profesor que también figura en la trama.

Su estadía en Estados Unidos termina por ofrecerle mucho más que un refugio temporero de la angustia. La voz narrativa evoca eras pasadas, facilitándole al lector los saltos temporales en la novela.

El título resulta acertadísimo al evocar momentos de contacto importantes entre España y el territorio que hoy pertenece a Estados Unidos en los asentamientos de misiones y, al mismo tiempo, aludir a un lugar de refugio y la posibilidad de forjarse una nueva vida.

En esta novela, Dueñas (Puertollano, Ciudad Real, 1964) celebra sutilmente las conexiones históricas entre España y el país norteamericano.

"Mi contacto con Estados Unidos ha sido constante a lo largo de muchos años, y por ello soy consciente y celebro enormemente esa rica relación entre nuestros dos países", dijo a Efe la escritora.

"En mi novela quise reflejar -advirtió- algunos de los momentos más significativos que juntos compartimos: los viejos frailes franciscanos que establecieron las primeras misiones en California cuando ésta pertenecía al viejo Imperio Español".

"Los intelectuales exiliados de la Guerra Civil española que fueron tan generosamente acogidos en universidades americanas; los estudiantes americanos que viajaron a España en de los años 50 en adelante para aprender nuestra lenguas y nuestra cultura", añadió.