La Audiencia Provincial de Palma ha condenado a los responsables de una empresa de mudanzas y a una aseguradora a indemnizar con 21.200 euros al propietario de varios bonsáis que resultaron dañados durante un traslado entre Palma y Llucmajor.

El tribunal de la Sección Quinta ha confirmado de este modo la sentencia dictada en su día por el Juzgado de Primera Instancia número 1 de Palma, que estimó la demanda del perjudicado, quien contrató los servicios de la transportista para que realizase una mudanza de unos 80 bonsáis de su propiedad.

El traslado se llevó a cabo el 19 de agosto de 2011 y conllevó once horas de trabajo, si bien como consecuencia del mismo resultaron dañados tres bonsáis por desmembración, que "fallecieron posteriormente, y otros por estrés térmico".

Los demandados se opusieron a los argumentos del perjudicado, a pesar de coincidir en que el embalaje era inadecuado, mientras que el propietario de los bonsáis señaló que fue con la persona que acudió al piso para recoger las plantas -distinta a las que después realizaron el traslado- con quien se pactaron los términos del contrato y a la que se especificó como debían sujetarse los bonsáis.

El demandante aseguró en este procedimiento judicial que explicó de forma clara que los bonsáis no deben sujetarse por el tronco y que no convenía dejarlos varias horas en un camión cerrado y aparcado al sol, acerca de lo cual el tribunal señala que "huelga mayor explicación por tratarse de una máxima aplicable a los seres vivos".

"Sobre el hecho de que se demorara la entrega y mientras tanto el camión se hallara aparcado y al sol en el mes estival no es menester especial para calificar tal acto como descuidado y merecedor de que el responsable asuma las consecuencias que se deriven", añade en este sentido la Sala.

Es más, el tribunal destaca el hecho de que un bonsái "no es una planta, es un arbusto que requiere un minucioso trabajo para llegar a ser un bonsái", además de numerosas horas de dedicación y un especial cuidado.