Con más de 400 años de historia, la corbata puede presumir de ser más que un accesorio pasajero. Ha evolucionado, claro, desde aquellos usos iniciales en la Antigua Roma para evitar resfriados y la afonía en los oradores (aunque aún hoy hay más de uno que asegura los beneficios de la corbata contra el frío) hasta el uso actual.

En aquella época se utilizaba una tela tipo pañuelo anudada alrededor del cuello. Desde entonces ha atravesado las 1001 fases el complemento masculino. La de ahora: volver a conquistar los corazones más jóvenes e infornales.

Los tejidos invernales se adueñan de la corbata, desplazando la seda para ocasiones más formales. Tejidos como de camisa de leñador, de punto o de paño, roban esta temporada buena parte del hueco a las clásicas: "El punto tipo croché está cada vez más presente  así como la lana", comentan desde El Ganso.

"Lo bueno de estos tejidos de punto o tweed es que le dan un aire mucho más informal al look, algo que muchos hombres echaban de menos en este accesorio", señala la estilista Vanessa de Los Ríos. Querían llevarla, pero la de seda arreglaba demasiado el estilo.

"Las corbatas han cambiado mucho sus tejidos, y creo que en buena parte es para llegar a los jóvenes, porque a un joven si no le ofreces algo menos clásico...", apunta Maribel Lobato (que-guapa).

"Si añadimos uno de los estampados que más se llevan que son los cuadros escoceses, aunque sobre todo en tonos verdes o azules, la informalidad está garantizada", comenta Vanessa.  "También se ha visto en las pasarelas algunos estampados tipo militar, incluso con las estrellas militares. Los bigotes también han entrado con fuerza, casi podría decirse que son los sustitutos de las calaveras, que tan tendencia fueron la temporada pasada".

Ahora bien, además de bigotes y cuadros, el primer puesto en estampados es para los lunares, que no sólo se han hecho fuertes en las camisas de hombre sino también en las corbatas.

En cuestión de colores, sea el tejido que sea, y aquí entra la seda: la moda tira cada vez más hacia el negro, sacando definitivamente así a la prenda de este color de aquel pasado luto. El rojo es el color con más fuerza este invierno, igual que en la moda en general, sea de hombre o mujer. "Y va perfecto para alegrar un traje oscuro. Si además añadimos un pañuelo rojo en el bolsillo de la chaqueta del traje, el resultado es total". Los pañuelos quieren hacerse un hueco en el armario masculino, y parece que este año ganan puestos.

Desde El Ganso recuerdan que el colorido clásico como el marino o el granate siguen siendo básicos, pero que comparten escenario con colores más vibrantes como el verde, el naranja y el azulón.

Otra novedad: el corte cuadrado. En estas corbatas de tejidos invernales encontramos algunos modelos que se alejan de la terminación en uve que caracteriza a la corbata para acabar totalmente en horizontal. Esta opción es para los más atrevidos. Ante todo, recomiendan los estilistas, uno ha de ir cómodo y seguro con lo que lleva.

"La tendencia va hacia lo estrecho, pero, cuidado: es importante tener en cuenta la morfología del cuerpo", advierte Vanessa. Si bien deja claro que el ancho ha variado: "Está muy pasado de moda el ancho de corbata de siempre. El clásico ha caído en desuso". Coincide Maribel Lobato: "Cada vez son más estrechas las corbatas, sobre todo en la gente joven".

Lo estrecho se impone pues, lo que influye a su vez en el tipo de nudo más afín a tales longitudes. El Windsor parece que no es a la mejor opción si la corbata es estrecha, para estos casos lo mejor, recomiendan las estilistas, es otro más estrecho: el nudo Four in Hand o también llamado nudo simple.

"Por supuesto no hay que olvidar la regla de oro a la hora de llevar corbata", recuerda De Los Ríos. "Aunque a veces moleste, la corbata siempre ha de quedar en su sitio: el nudo tiene que ir pegado al cuello de la camisa y la punta de la corbata debe llegar a la altura del cinturón, ni más arriba ni más abajo. Esa es la medida correcta".