Un preso que pasaba revisión médica el jueves por la mañana en el Hospital Gregorio Marañón y que estaba custodiado por la Policía Nacional consiguió zafarse de los agentes y huir a la carrera.

El preso, que iba vestido en pijama y zapatillas, agarró un líquido y se lo echó encima a los agentes para poder escapar. Según testigos presenciales, el preso también echó líquido a los pacientes con los que se cruzó en su huida en las escaleras.

La Jefatura de Policía de Madrid informó que el preso fue detenido minutos después cuando intentaba introducirse en una vivienda de la cercana calle de Vaquerías.