Acusado de estafar a anciana de Los Corrales dice que "todo" lo que hizo con su dinero fue "idea" de ella

Sus sobrinas creen que ese hombre, y la madre de éste, la "trastornaron" y afirman que el acusado era "muy meloso" con su tía

El acusado de estafar, junto a su madre, a una anciana de Los Corrales de Buelna a la que cuidaban ha afirmado que "todo" lo que hizo con el dinero de la señora fue "idea" de ella misma, que se lo "mandaba", y ha asegurado que se quedó "sorprendido" al verse incluido en el testamento, mientras que las sobrinas de la mujer sostienen que los acusados "la trastornaron" ya que "si llega a estar medianamente bien no lo hace ni poniéndole una pistola en el pecho".

En el juicio, que ha comenzado este lunes y seguirá mañana, a partir de las 9.30 horas, en la Audiencia Provincial, el acusado ha explicado que la anciana les contrató a él y a su madre para que le cuidaran porque no quería ir a una residencia y prefería estar en su propia casa hasta que falleciera, usando el dinero que tenía para ser atendida allí.

"Yo le di mi palabra de que no le sacarían de su casa", ha afirmado J.S.F., quien ha puntualizado que la ancina sí le dijo que si él no la cuidaba, ella se iría a una residencia y donaría "todo el dinero" a la Iglesia porque "no les quería dejar nada a sus sobrinas".

El acusado, que ha exculpado a su madre y ha afirmado que "le metió él en el problema", ha asegurado que la anciana "no quería ni ver" a sus sobrinas porque, según le dijo la mujer, "le habían robado" un dinero que tenía en casa y querían llevarle a una residencia.

POr su parte, una de las sobrinas, que ha declarado como testigo, ha opinado que cuando su tía dio poderes a J.S.F. para disponer de su dinero y le incluyó, posteriormente, en el testamento ésta "no estaba en sus conocimientos".

Y ha argumentado esta afirmación asegurando que su tía era "muy desconfiada" con la gente y, sobre todo, con su dinero. "Con el dinero era terrible", ha añadido la sobrina, que ha apuntado que su tía era "muy tacaña" y "nunca jamás" puso a nadie, ni a sus familiares, como disponentes de sus cuentas.

"Ella, voluntariamente, imposible", ha insistido una de las sobrinas de la anciana que ha declarado en el juicio en la Audiencia Provincial contra J.S.F. y a su madre, R.F.F., a los que el fiscal y la acusación particular consideran autores de un delito de estafa por, según sostienen, apoderarse del dinero que tenía en sus cuentas esa mujer, de 99 años, aprovechándose del deterioro cognitivo que tenía y lograr, incluso, que cambiara su testamento y los nombrara herederos de todos sus bienes.

Por ello, el fiscal pide siete años de cárcel para acusado y una multa de de prisión cada uno de los acusados, J.S.F. y su madre, R.F.F., a los que también solicita una multa de 4.380 euros y una indemnización de 414.000 euros a la anciana.

El acusado,

"muy meloso" con la anciana,

Según la sobrina

Sobre la relación entre su tía y el acusado, ha relatado que en una ocasión que J.S.F. fue al hospital a ver a su tía fue "muy meloso" y "le agarraba la mano", aunque la anciana nunca les confesó "qué amistad tenían" porque se ponía "nerviosa" al hablar de ese tema.

Para esta sobrina, era "rara" el "pasamanos" de alguien "joven" como el acusado a una persona mayor, lo que hacía que los sobrinos no "confiaban".

La otra sobrina que ha declarado en el juicio —y hermana de la anterior— también ha señalado que en la visita al hospital el acusado había sido "muy cariñoso" con su tía y ha reconocido que "no les gustaba" que un "chico" —y la madre de éste— se ocupara de ella.

"No era nada de ella. No era familia. No nos gustaba. Queríamos que ellos se irían y nosotros atender a nuestra tía como pudiéramos", ha afirmado esta sobrina, que, como su hermana, ha asegurado que su tía era "muy agarrada" con el dinero y "desconfiaba de todo el mundo".

A pesar de ello, ambas sobrinas han defendido que tenían "mucha relación" con su tía, le ayudaban y la relación era "muy buena" desde siempre.

El fiscal cree que la anciana no era capaz de administrar sus bienes

De acuerdo con el escrito del fiscal, el grave deterioro cognoscitivo sufrido por degeneración de sus facultades intelictivas, imposibilitaban a la mujer gobernarse por sí misma o tener capacidad para administrar sus bienes.

Así, narra que madre e hijo, puestos de acuerdo y con ánimo de obtener un móvil ilícito, se ganaron la amistad y confianza de la mujer, que era soltera y carecía de descendencia directa. Durante el año 2010, aprovechando que ya se apreciaban síntomas de su degeneración intelectual, —con vestigios de abandono, muestras de desorientación y pérdidas temporales de plena lucidez— comenzaron a cuidar y atender a la anciana, para que depositara su confianza en ellos y lograr más fácilmente "doblegar su mermada capacidad decisoria".

De este modo, en el mes de mayo lograron que la mujer otorgara al acusado un poder notarial para disponer de sus bienes sin restricción alguna. En octubre del mismo año, transfirió 349.757 euros que la mujer tenía a plazo fijo en un banco a otro, en una cuenta en la que figuraba como titular única su madre. Con la citada cuantía adquirió acciones preferentes de la nueva entidad.

En agosto y noviembre cancelaron sendos depósitos, de 62.404 y 1.839 euros, respectivamente, dinero que transfirieron a otra cuenta de una nueva entidad, de la que han ido disponiendo cantidades "a su antojo y exclusivo beneficio", de modo que en enero de 2012 solo restaban en los citados depósitos 6.460 euros.

Para dar cobertura legal y justificar las disposiciones mensuales que realizaban en su favor, elaboraron sendos contratos de prestación de servicios domésticos en los que se otorgaban, desde enero de 2010, retribuciones mensuales de 1.200 euros para cada uno.

Desde entonces, y hasta la interposición de la demanda de incapacidad, en junio de 2011, y revocados los poderes al acusado, éste se encargaba de cobrar 1.000 euros mensuales de renta de un local que la anciana tenía arrendado. En 2012 la anciana fue plenamente incapacitada.

La anciana,

En una residencia

En la actualidad, según el escrito del fiscal, por la acción "depredatoria e ilícita" de R.F.F. y J.S.F., la mujer carece de bienes suficientes para ser atendida de manera adecuada y acorde al patrimonio que logró acumular durante su vida. Está tutelada por una de sus sobrinas, que debe sufragar con sus propios bienes las necesidades de su tía.

Actualmente se encuentra en la residencia de Los Corrales de Buelna, donde, según una de sus sobrinas, está "encantada de la vida" a pesar de que —ha reconocido— la mujer "no era muy amiga" de ese tipo de centros.

Sin embargo, ha insistido en que allí está "limpia" y atendida y ha "espabilado", aunque, mentalmente, está "muy perdida". 414.000 a la afectada.

La acusación particular, ejercida por las sobrinas, pide ochos años de prisión para J.S.F. y otros tantos para su madre, R.F.F.; una multa de 10.800 para ellos y una indemnización de 433.000 euros por los perjuicios en el patrimonio de la mujer (más intereses).

Además, solicita la nulidad de los movimientos de dinero realizados por su tía del 13 de mayo de 2010 hasta septiembre de 2013, así como del testamento en el que incluía al acusado como heredero.

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