Fundación Cajamurcia recuerda, a partir de una arqueta namban, la visita de una embajada japonesa a Murcia en 1585

La Fundación Cajamurcia recuerda, a partir de una arqueta namban, la visita de una embajada japonesa a Murcia durante 22 días a finales de 1584 y principios del año 1585. La exposición se puede visitar desde este martes y hasta el 13 de diciembre en la sala Belluga. La muestra, que se encuentra dentro del ciclo 'Guardián de la memoria', ha sido presentada por el gerente de la Fundación Cajamurcia, Pascual Martínez, y el comisario de la misma, Cristóbal Belda.
Martínez y Belda junto con la arqueta de namban
Martínez y Belda junto con la arqueta de namban
EUROPA PRESS
Martínez y Belda junto con la arqueta de namban

La Fundación Cajamurcia recuerda, a partir de una arqueta namban, la visita de una embajada japonesa a Murcia durante 22 días a finales de 1584 y principios del año 1585. La exposición se puede visitar desde este martes y hasta el 13 de diciembre en la sala Belluga. La muestra, que se encuentra dentro del ciclo 'Guardián de la memoria', ha sido presentada por el gerente de la Fundación Cajamurcia, Pascual Martínez, y el comisario de la misma, Cristóbal Belda.

Así, la arqueta namban, pieza "única" y central de la exposición, es del periodo Momoyama y fue donada por los diplomáticos japoneses a la Catedral de Murcia después de visitarla. El baúl, que se pudo ver en la exposición 'Huellas', es "excepcional", según ha comentado Belda, quien ha añadido que "traspasa las fronteras de la Región y es algo único en España".

De este modo, lo que han pretendido en el espacio que ocupa la Sala Belluga es "mostrar el contexto en el que aquellos japoneses hicieron la visita a Murcia durante 22 días, dentro de la expedición con fines comerciales, relaciones institucionales y diplomáticas con España". El comisario de la muestra ha destacado el "asombro de los huertanos y ciudadanos de Murcia al ver a aquellos hombres tan exóticos, con esas vestimentas y los ojos rasgados".

La exposición está inspirada en el libro de historia 'La primera embajada del Japón en Europa y Murcia (1582-1590), de José Guillén Selfa. Esta visita a España fue una de los resultados de la acción evangelizadora de los jesuitas en Japón, donde convirtieron a la fe cristiana unos terratenientes nipones, quienes, posteriormente, emprendieron un viaje a Europa para conocer al papa Gregorio XIII y al rey Felipe II, a quien regalaron una armadura samurai.

Además de la Catedral, los visitantes del lejano oriente conocieron otros monumentos de Murcia como los conventos de Santa Ana, Santa Isabel, los Trinitarios y Santo Domingo. También las iglesias de Santiago y San Miguel o el Colegio Jesuita de San Esteban.

Belda ha señalado que la "distancia entre ambas culturas es solo geográfica puesto que cuando uno ve retablos de iglesias o catedrales comprueba las imágenes de campesinos cultivando arroz o en esas barcas con las vestimentas tradicionales". Se trata de homenajear la visita de la embajada 'Tenshô-Keno' que emprendió el viaje desde Nagasaki. Que aquellos olvidados, ha dicho, "estén presentes. Contradecir al título de la muestra".

Por su parte, el gerente de la Fundación Cajamurcia, Pascual Martínez, ha destacado la importancia de "recordar a aquellos visitantes japoneses y mostrar los 400 años de relaciones e intercambios artísticos entre dos países y zonas a priori diferentes, y que se han consolidado a lo largo del tiempo".

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