El Gobierno turco ha anunciado el levantamiento del toque de queda en la ciudad de Diyarbakir, la capital de la región sureña de mayoría kurda en la que 24 personas murieron en los últimos días en las violentas protestas contra el asedio de los yihadistas a la ciudad siria de Kobani.

Casi todas las víctimas se han producido en choques entre activistas kurdos de izquierda e islamistas radicales. Los kurdos de Turquía acusan al Gobierno de no intervenir para salvar Kobani de la ofensiva de los yihadistas del Estado Islámico.

El ministro de Agricultura, Mehdi Eker, confirmó en rueda de prensa el fin del toque de queda en esta ciudad, la última en la que seguía vigente una medida que se ha estado aplicando en seis provincias turcas desde el martes.

En Diyarbakir, donde han muerto 10 de las 24 víctimas, la situación es de calma este jueves, por lo que el Ejecutivo considera que no es necesario mantener el toque de queda, cuyo cumplimiento ha sido vigilado por el Ejército, que ha llegado a desplegar blindados.

Eker explicó que, aparte de los fallecidos, hay 37 personas ingresadas en hospitales y que durante los disturbios, un total de 124 edificios han resultado dañados, entre ellos 34 colegios y 14 oficinas públicas.

Por otra parte, el Gobierno turco ha descartado una ofensiva terrestre de su ejército en el norte de Siria para frenar el avance del Estado Islámico contra Kobani.

Tras un encuentro con el nuevo secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, el ministro turco de Asuntos Exteriores, Mevlut Cavusoglu, señaló ante la prensa que "no es realista esperar de Turquía que haga en solitario una operación terrestre".

"Seguimos hablando con nuestros aliados. Cuando una decisión conjunta se haya tomado, Turquía aportaría su parte", manifestó el ministro en rueda de prensa en Ankara y retransmitida por los canales de televisión local.

Por otro lado, el padre Hanna Jalluof, secuestrado en Siria por miembros del grupo yihadista Jahbat al-Nusra, afín la red terrorista Al Qaeda, ha sido liberado, según ha confirmado la Custodia Franciscana en Tierra Santa.

En un comunicado colgado en su página web, la Custodia se limita a revelar que el padre Jallouf fue puesto en libertad esta mañana y que ahora se encuentra encerrado en el convento de Qunayeh, en el norte de Siria, cerca de la frontera con Turquía.

Jallouf fue capturado la madrugada del pasado domingo junto a una veintena de hombres cuando se hallaban en el citado centro religioso, que dirige. Las monjas franciscanas que estaban con ellos en el convento pudieron, por su parte, huir y refugiarse en casas vecinas, explicó entonces la Custodia.