Los universitarios se quejan de las becas y de cómo les corrigen

El Defensor del Universitario de la UCO atiende cada curso unas 60 reclamaciones. Un 70% las realizan los estudiantes.
No están de acuerdo con una nota o no les han contado todas las asignaturas matriculadas a la hora de concederles la beca. Situaciones como éstas son las más frecuentes a las que se enfrenta el Defensor del Universitario de la Universidad de Córdoba (UCO), un órgano que cada curso atiende unas 60 reclamaciones.«El 70% de las quejas las interponen los alumnos y el resto, los profesores», señala  Ricardo Veroz, Defensor de la UCO, ya que el Personal de Administración y Servicios resuelve casi siempre sus problemas «por cauces sindicales». La naturaleza de las reclamaciones es muy diversa, pero hay aspectos que se repiten a menudo.

«Los estudiantes acuden cuando no están de acuerdo con la revisión de un examen, porque tienen problemas con su beca o dificultades a la hora de convalidar asignaturas», asegura Veroz. Los profesores, a su vez, se quejan de la distribución de horarios y de conflictos entre departamentos.

¿Cómo funciona?

Primer paso: El Defensor procura que el conflicto se resuelva en el ámbito del propio centro. Si no tiene solución reglamentaria, se pone en contacto con la «otra parte» para conocer su versión. Si no hay acuerdo, ayuda a realizar una reclamación oficial al departamento correspondiente.

Sólo consultivo: Las decisiones de este órgano nunca son vinculantes. Su misión es ser mediador en un conflicto, «intentando que cedan un poco unos y otros».

Resultados: Muchas reclamaciones acaban resolviéndose. «A otras, cuando las desvío a otros departamentos, acabo perdiéndoles el rastro», apunta Veroz.

Dónde acudir: Al teléfono 957 21 80 33, para concertar una cita, o al correo electrónico defensor@uco.es.

«No medio para que aprueben»

Ricardo Veroz, Defensor Universitario de la UCO desde diciembre de 2004, se reconoce a sí mismo como un órgano mediador. «Nunca medio para que un alumno apruebe», asegura categóricamente. El Defensor está convencido de que su función «no es conocida por todo el alumnado». Muchos estudiantes piensan «que somos un órgano institucional, que es como acudir a hablar como un vicerrector». Y el Defensor «es un órgano independiente que no tiene nada que ver con el equipo directivo».

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