Los ministros de Justicia e Interior de la Unión Europea (UE) aprobaron el viernes la creación de equipos de reacción rápida para ayudar al control de fronteras a los países comunitarios que sufran crisis migratorias.

Los equipos (llamados RABIT por sus siglas en inglés), estarán formados por agentes de fronteras de los 27 Estados miembros, y se pondrán en marcha "lo antes posible", según indicaron fuentes de la presidencia alemana de la UE.

El proceso de aprobación formal en las instituciones concluirá en junio y para julio comenzará el proceso de implementación, de forma que se espera tener el objetivo de 450 agentes listos para finales de año.

Todos los países de la UE estarán obligados a aportar agentes fronterizos para formar estos equipos, y además tendrán que designar un determinado número de agentes que respondan a un cierto perfil técnico para integrar una "reserva estratégica".

Esos equipos serían enviados a los países que sufran crisis migratorias -como la avalancha de cayucos en las costas españolas del pasado verano-, para lo que hará falta una petición expresa de Frontex.

Colaboración con autoridades locales

Los agentes desplazados colaborarán con las autoridades locales en el control fronterizo y Frontex se hará cargo de los costes derivados de cada una de sus intervenciones, con la excepción de los salarios, que seguirán siendo abonados por los países de origen.

El Consejo repasó también las últimas contribuciones anunciadas por los Estados miembros para la formación de un parque de medios materiales para Frontex.

Hasta ahora, se han ofrecido 21 aviones, 27 helicópteros y 116 buques, así como 392 equipos técnicos para el control y vigilancia de fronteras (como radares móviles, cámaras térmicas o detectores de presencia de personas).

El secretario de Estado para la Seguridad, Antonio Camacho, valoró muy positivamente los avances de hoy al señalar que la posición de la UE sobre inmigración "ha cambiado radicalmente en los últimos dos años", ya que ahora es "una de las prioridades" comunitarias. EFE