El comisario designado de Agricultura, el irlandés Phil Hogan, se ha comprometido este jueves a "vigilar" el impacto en los mercados europeos del veto ruso a las producciones agroalimentarias de la Unión Europea, por si tuviera que tomar "medidas adecuadas" adicionales a las primeras ayudas activadas por Bruselas desde que inició esta crisis en verano.
"Voy a vigilar estrechamente cómo afecta a los mercados. Si fuera necesario, no dudaré en tomar las medidas adecuadas", ha dicho Hogan en su audición ante la Eurocámara, que debe decidir si aprobar o no el equipo de comisarios formado por el nuevo jefe del Ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker.
Rusia decidió este verano cerrar su mercado a las exportaciones agrícolas comunitarias como represalia a las sanciones impuestas por la Unión Europea a Moscú por su papel en la crisis de Ucrania.
Hogan ha querido subrayar que las dificultades de los agricultores europeos afectados por este veto se deben no a un problema del sector, sino a una decisión "de política exterior", por lo que los recursos para ayudarles no deberían proceder "únicamente" de los fondos agrícolas.
Con ello, el futuro comisario hace referencia a las dificultades de Bruselas para reunir los fondos necesarios para costear las medidas de urgencia acordadas hasta ahora, en especial los dos planes de 125 y 165 millones de euros previstos para la retirada de producciones y el reparto gratuito de alimentos que beneficiará a las frutas y verduras de temporada.
La Política Agraria Común (PAC) prevé una reserva de crisis a la que se nutre de una parte de las ayudas a los agricultores y que, de no utilizarse al final del ejercicio, se devuelve a los productores. Pero el aún comisario agrícola, Dacian Ciolos, se resiste pese a las presiones a recurrir a este instrumento, con el argumento de que deberían destinarse a este problema recursos de otras partidas no agrícolas.
"Debemos afrontar el reto del veto ruso como europeos. Hemos demostrado solidaridad, hemos tratado de estabilizar los mercados y ayudado a reorientar nuestras exportaciones hacia terceros países", ha explicado.
En su comparecencia ante los eurodiputados, Hogan se ha referido también a la reforma de la Política Agraria Común (PAC), de la que ha dicho que trabajará para que su aplicación sea "sencilla, práctica, eficaz y flexible", al tiempo que ha apuntado la necesidad de hallar el "equilibrio" entre las necesidades agrícolas y las medioambientales.
Ante la petición de varios eurodiputados de revisar el fin de las cuotas de producción de los sectores de la leche y del azúcar, Hogan se ha mostrado firme en cuanto a que no habrá cambios en estos puntos, ni prevé apoyos adicionales a los instrumentos ya disponibles. El comisario designado ha considerado "bueno" para los mercados que se liberalicen ambos sectores y ha asegurado que ello abrirá "nuevas oportunidades de empleo".
También ha dejado la puerta abierta a una revisión de la nueva PAC a medio plazo, pero ha dejado claro que antes de tomar una decisión en este sentido será necesario realizar una evaluación de la situación.
Sobre el llamado 'reverdecimiento' o 'greening', que condiciona un 30% de las ayudas directas a que el agricultor cumpla determinadas prácticas medioambientales, Hogan ha asegurado que es consciente de las dudas que despierta esta medida en los productores y se ha comprometido a vigilar su aplicación para comprobar cómo funciona.
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