"No puedo volverme atrás, no puedo cancelar nada, como sucede con el tiempo". Federico Pietrella (Roma, 1973) piensa a menudo en la imposibilidad de rebelarnos al paso de las horas, los días, los meses, los años... El tiempo está formado por una larga lista de instantes que pueden parecernos monótonos, nos engaña presentándose como un bucle de monotonía y mientras tanto sigue pasando.
En todos los medios que utiliza el artista italiano (pintura, dibujo, escultura...) hay una referencia al tiempo, pero una de las técnicas que emplea es especialmente poética e ingeniosa: crea retratos y paisajes utilizando sellos fechadores. El procedimiento es arriesgado, no hay lugar para el error ni el retoque, a Pietrella le gusta establecer una analogía con la imposibilidad de hacer retroceder las agujas del reloj, la obligación de seguir adelante.
Desarrolla la idea con un dibujo preparatorio y luego se lanza a estampar una y otra vez la sucesión de números para crear sombras y formas. Puede tardar entre un día y dos meses en acabar cada trabajo y deja una constancia exacta del tiempo que ha invertido. En el sello siempre figura la fecha del día en que trabaja. Con cada impresión de tinta está datando la obra, realizando "una estratificación del tiempo, de los días de trabajo".
Una atmósfera imprecisa y vaporosa
Se ha convertido en un artesano del sello fechador, empleando un útil de oficina relacionado con procesos burocráticos en un valioso instrumento creativo. El artista comenzó a experimentar con la inusual herramienta hace más de 15 años, cuando representó la estación de tren de Roma Termini, la más importante de la capital italiana.
Desde entonces ha conseguido con cada vez más pericia que las diminutas y caóticas fechas cobren significado de lejos cuando de cerca parecen el ruido blanco de una televisión o los píxeles de una imágen poco definida. La atmósfera imprecisa y vaporosa domina autorretratos, paisajes de la naturaleza o escenas de interiores como Athéna and I at the Monkey Bar (Dal 7 al 22 de Luglio 2014) (Athéna y yo en el Bar Monkey (Del 7 al 22 de julio de 2014), una de sus piezas favoritas.
En la obra se distingue una figura femenina sentada en la estancia —un bar de Berlín, la ciudad en la que vive ahora el artista— decorada con butacas y cojines. Junto a otras recientes, se exhibirá del 21 de octubre al 28 de febrero en Quadri D'Interno (Pinturas en el interior), una muestra en la sala de exposiciones de smART - polo per l'arte, en Roma, una asociación sin ánimo de lucro que promueve el conocimiento del arte contemporáneo.
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