Varios signos apuntan al fin de la crisis inmobiliaria. Añadido al precio de los pisos y a la venta de viviendas, llega el dato de que la morosidad de los créditos concedidos para la compra de viviendas descendió en el segundo trimestre por primera vez desde 2010. Según datos del Banco de España, la morosidad pasó del 6,28% en marzo al 6,07% tres meses después.

Este descenso es resultado de un retroceso del crédito dudoso para la adquisición de viviendas de algo más de 1.500 millones de euros, lo que supone un porcentaje del 4,1%. Con todo, la tasa de morosidad de estas hipotecas sigue siendo un punto porcentual superior a la de hace un año, cuando se situaba en los 5,03%, con un montante de crédito dudoso de 29.930 millones de euros.

En conjunto, el saldo de créditos dudosos destinados a la compra y rehabilitación de viviendas también descendió dos décimas al cierre del segundo trimestre, hasta el 6,1%, con 36.300 millones de euros. En términos absolutos, el saldo de estos créditos morosos ha descendido un 4,1% respecto a los 37.858 millones de euros con los que cerró el primer trimestre, mientras que el saldo hipotecario para compra y rehabilitación de viviendas ha disminuido un 1%.

Por otro lado, los créditos morosos de las entidades financieras concedidos para actividades inmobiliarias siguieron aumentando en el segundo trimestre del año, con una tasa del 38%, frente al 37,8% del trimestre anterior. Con todo, en términos absolutos ha habido un retroceso de los créditos dudosos del 5,3%, hasta los 61.331 millones, en línea con el descenso del 5,8% del crédito total para financiar estas actividades.

Si a estas magnitudes se suma el crédito moroso de los constructores, que asciende a 18.048 millones de euros hasta junio, con una tasa de morosidad del 32,5%, el resultado es un montante de 79.379 millones de euros. De esta forma, la mora conjunta de promotores y constructores alcanzaría el 34,5%.

Agencia Negociadora prevé el despegue del mercado hipotecario en 2015 sustentado básicamente en aquellas operaciones destinadas a adquisición de vivienda, rompiendo así con la tendencia a la baja que se ha producido en los últimos seis años. Este cambio de tendencia, explica, vendrá impulsado por la recuperación económica, pero también por el cambio de modelo de negocio en los bancos, "que vuelve al esquema habitual de construir la cuenta de resultados desde la actividad crediticia".

Según Agencia Negociadora, la demanda de crédito hipotecario tradicional (para la adquisición de vivienda) gestionado ha crecido en el primer semestre un 2,8%, lo que "supone un significativo cambio de tendencia después de que en los últimos 24 meses apenas se gestionaron operaciones de este tipo". Por otro lado, y como consecuencia del previsible aumento del saldo hipotecario, también a lo largo del 2015 podrá verse un descenso en la morosidad hipotecaria.