Un total de 234 médicos que ejercen en la región, la mayoría de ellos en la sanidad pública, han denunciado judicialmente por la vía penal  amenazas o agresiones físicas o verbales desde el año 2002, según el balance del Colegio de Médicos.

La "inmensa mayoría" de los ataques se produjeron en las urgencias de los hospitales y en centros de salud, "muchos" de ellas por parte de acompañantes y familiares del paciente.

La negativa del médico a dar una baja laboral, a prescribir un fármaco o a dar prioridad a un enfermo sobre otro son el origen de la mayoría de las "reacciones violentas".

El número de expedientes abiertos por esta institución ha subido año a año. En 2002 sólo se denunciaron cuatro casos, un año después, 38; en 2004, 59; en 2005, 48; en 2006, 60; y hasta mediados de marzo de este año, 25. El Colegio de Médicos ha asegurado que "hay muchísimas agresiones que no se denuncian".

Siempre gana el doctor

Desde el Colegio de Médicos señalan que la "inmensa mayoría" de los procedimientos judiciales abiertos se cierran con un fallo o sentencia favorable al médico.

Casi todos los juicios son de faltas, lo que deriva en una sanción económica y, a veces, en una orden de alejamiento del agresor hacia el médico.

De hecho, sólo hay tres casos que se están instruyendo como delito.