UPM reclama que la cooperación española preste ayudas "más intensivas" porque así lo "demandan" en Latinoamérica

El director del centro de la UPM que ha elaborado el informe, Carlos Mataix, dice que "la cooperación como la entendíamos ha agotado su ciclo"

El director del Centro de Innovación de Tecnología para el Desarrollo Humano (IDT) de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), Carlos Mataix Aldeanueva, ha reclamado este martes en Santander que la cooperación española "evolucione" en los países de África y de la región de Latinoamérica y El Caribe (LAC) y preste ayudas "más intensivas en conocimiento y en la búsqueda conjunta de respuestas a los problemas de un mundo cada vez más insostenible ambiental y socialmente".

Así, ha defendido que la cooperación de nuestro país debe hacerlo porque precisamente esto es lo que "demandan cada vez más" los países de estas regiones del mundo, al tiempo que ha considerado que España "tiene un caudal y una tradición muy importante" en este ámbito gracias a la labor de ONGs, universidades, empresas y entidades públicas.

En declaraciones a los medios después de presentar el informe 'Alianza para la innovación en el acceso a servicios básicos' en el encuentro 'La Agenda de Desarrollo Post 2015 y el sector privado', que se celebra esta semana en los Cursos Avanzados de Verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), también ha remarcado que es "fundamental" la participación de los que reciben las ayudas, que deben "tener voz en el diseño de las políticas y servicios públicos", así como "generar oportunidades" para microemprendimientos locales.

Además, ha advertido de que los "problemas actuales" de la cooperación son "cada vez más convergentes y parecidos" en todo el mundo y "no sólo" se dan "en los países que tradicionalmente hemos llamado pobres o en desarrollo". Por ello, ha considerado que la resolución de problemas "puede dar pistas muy interesantes para encontrar soluciones a algunos de los más acuciantes problemas que tenemos".

De hecho, durante la presentación del informe ha asegurado que "la cooperación como la entendíamos ha agotado su ciclo" y "hay que avanzar hacia otras vías", entre las que se encuentran las alianzas multiactores públicos y privados. "Nuestro país tiene recursos y hay un margen importante de organizaciones y personas que lideren nuevas formas de trabajo conjunto", ha insistido.

No obstante, ha aclarado a los periodistas que, si por cooperación se entiende "solo" los recursos económicos de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD), "la respuesta no puede ser tan positiva porque estamos ante un preocupante descenso del compromiso de nuestra cooperación en términos económicos".

"resultados prometedores" del informe

En su opinión, aunque los modelos recogidos en el informe —que se presentará próximamente en Washington— "están aportando evidencias" de que dan "resultados prometedores", de ahí a decir que este trabajo "sentará las bases de un nuevo modelo de cooperación hay mucho".

Al mismo tiempo, preguntado sobre el papel de las empresas privadas como Iberdrola, ha sostenido que el papel de las grandes empresas "puede ser muy sustancial, muy importante".

"Sobre todo —ha agregado— si están dispuestas a combinar sus conocimientos, a adaptar sus capacidades a contextos en los que habitualmente no han operado. En ese sentido, yo creo que las grandes empresas atesoran una capacidad tecnológica, una capacidad de operación y de despliegue de servicios que puede ser realmente muy clave para poder llegar a la escala de que las cifras de falta de acceso a servicios esenciales empiecen a reducirse de forma significativa", ha manifestado.

Durante la presentación del informe, Mataix ha precisado que en las regiones del LAC y en algunos países africanos hay 125 millones de personas que no tienen acceso a sistemas de salud, 100 millones no tienen un saneamiento "adecuado" y otros 30 millones no pueden acceder a agua potable.

Una situación de aumento de la desigualdad que es, en su opinión, "contradictoria" con las tasas "importantes" de crecimiento económico de estos países. Y estos datos, ha añadido, "están penalizando la economía de esos países y, por extensión, la internacional".

"Tener a tanta gente destinada a tener vidas tan carentes de servicios esenciales es enterrar una gran capacidad creativa y productiva de poblaciones enteras que se encuentran, en estos momentos, en la más absoluta marginalidad", ha alertado.

Los nuevos modelos "desafían los convencionales"

El IDT ha elaborado este informe para el Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN) —miembro del Grupo Banco Interamericano de Desarrollo— con la colaboración, entre otros organismos, de la Agencia de Naciones Unidas para la Ingeniería para el Desarrollo Humano (ONGAWA), tiene el objetivo de buscar "nuevos modelos de negocio" en colaboración público-privada y lo ha logrado, según ha afirmado la directora del informe, Leda Stott.

Estos cinco proyectos llevados a cabo en 2013 en Perú (acceso a energía sostenible), Guatemala (e-Salud), Bolivia (mercados inclusivos de saneamiento), Perú (gestión integral de residuos sólidos) y Sudáfrica (acceso a agua y saneamiento), según Mataix, "están desafiando los modelos convencionales de prestación de servicios esenciales que tradicionalmente se han desplegado con grandes infraestructuras muy intensivas en capital".

Esto se debe a que estos métodos "no funcionan adecuadamente en muchas regiones rurales y urbanas densa y desorganizadamente pobladas".

"Estos modelos están anunciado que existen formas nuevas, combinando tecnología, organización y acción conjunta de agentes públicos y privados, que pueden ser más accesibles y más adecuados a la población más vulnerable. Son modelos también más eficientes y pueden estar mostrando innovaciones que pueden ser útiles también para los desafíos que tenemos de continuar prestando servicios de calidad y gratuitos a una gran parte de la población en Europa y en los países industrializando", ha relatado.

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