El siguiente motivo de queja más usual está vinculado a la docencia, sobre todo por la falta de asistencia de los profesores o el retraso en la hora del comienzo de las clases. En uno de los casos ofrecidos en el informe, un alumno entregó la relación de las siete asignaturas en las que más clases perdió con los pretextos aducidos por cada uno de los docentes.

El resto de las reclamaciones son de profesores (28%)   y personal de la administración (3%). Los docentes, por su parte, están preocupados    por la falta de convivencia en los departamentos y gran parte de sus reclamaciones tienen que ver con el ambiente de trabajo.

La defensora, en este sentido, realiza una recomendación a los profesores en la que trasmite «la obligación de mantener unas relaciones interpersonales lo más fluidas posible» para lograr «un clima de paz académica que a todos nos compromete».

Mil euros en un articulador

Los estudiantes de Odontología se quejaron a la Defensora Universitaria de tener que comprar un articulador (instrumento rígido que simula las mandíbulas) para poder realizar las prácticas de una de las asignaturas. Este aparato, que cuesta 1.000 euros, debería, según Fenoll, «adquirirlo la facultad, que es quien debe facilitar el material a los alumnos».

Más casos

Aparcamientos: Los profesores también están revueltos por la falta de espacio en los campus.

Agresión: Dos trabajadores se pegaron porque ambos pensaban que el otro era un ladrón.

Pruebas: En los exámenes pueden preguntar cosas que no han explicado en clase.

Robos: Es otra de las preocupaciones de los directores de los centros.