Se desconoce (al menos actualmente) dónde está, pero el árbol de Ventosa es una referencia constante en documentos desde el siglo XVI y hasta el XVIII. Se trata del secreto más curioso de una investigación que comenzó hace dos años y que, este domingo, un juglar dará a conocer a todo el que quiera saber en el XII Mercado del Trato.

Los vecinos de Ventosa son conocidos por toda La Rioja por el apodo de lechoneros porque esa ha sido su ocupación principal a lo largo de una gran parte del siglo XX: el comercio con tetones o lechoncillos.

Trajinantes se les llamaba en el siglo XVII, arrieros en el XVIII y XIX y tratantes en el siglo XX. A día de hoy, solo una familia de Ventosa, por quinta generación, continúa con el trabajo de tratantes pero, una vez al año, el pueblo se aferra a su historia en el Mercado del Trato.

Para Carlos Muntión, coordinador del estudio histórico y etnográfico de los tratantes de Ventosa, lo que diferencia este mercado del resto que se desarrollan por la geografía riojana es que "ha evolucionado a potenciar la historia y el folcklore" de la localidad.

En rueda de prensa junto al alcalde de Ventosa, Ricardo Velasco, ha descubierto algunas pinceladas de un estudio que, desde hace dos años, bucea en la historia de Ventosa y con el que han sacado a la luz un enigmático árbol, de ubicación desconocida, y que servía de hito a los arrieros para fijar el precio del vino.

El que el próximo domingo, 24 de agosto, se acerque a Ventosa se llevará uno de los mil 'aleluyas' (pliegos de papel) con los que un juglar explicará la historia de Ventosa, lugar de tratantes, y relatará la existencia de un árbol que, los integrantes del grupo multidisciplinar de Muntión, se imaginan o bien en el Alto de San Antón o junto a la Iglesia.

El principal lugar de trabajo para los tratantes eran las ferias y los mercados. Y el momento cumbre era 'el trato', una ceremonia pública en la que se hacía efectivo el acuerdo entre el comprador y el vendedor y que, ahora, da nombre a un mercado en el que habrá más de 35 artesanos.

Además, se asarán dos cerdos, que se ofrecerán a partir de las siete de la tarde; hará doce talleres infantiles, algunos artesanos, y se cerrará con una batucada.

Desde las 11:00 horas de la mañana hasta las 21:30 horas las calles de Ventosa acogerán ambientación medieval, un campamento medieval, y la exposición Tratantes y Trajineros de Ventosa.