«Pobre ciudad», lloró hace 150 años el alcalde José García de Vinuesa

Placa en Alfonso XII. «Según la tradición popular, sobre este sillar, llamado desde entonces La Piedra Llorosa, se sentó a llorar amargamente el 11 de julio de 1857 el entonces alcalde de la ciudad al contemplar, tras tratar de impedirlo sin éxito, el fusilamiento de 82 jóvenes de Sevilla en la vecina Plaza de Armas del Campo de Marte, mientras pronunciaba la frase: ¡Pobre ciudad, pobre ciudad!
Estado actual de la Piedra Llorosa, tapada por ladrillos y protegida por una valla metálica (K. Rangel).
Estado actual de la Piedra Llorosa, tapada por ladrillos y protegida por una valla metálica (K. Rangel).
Estado actual de la Piedra Llorosa, tapada por ladrillos y protegida por una valla metálica (K. Rangel).
El Ayuntamiento de Sevilla dedica este mármol en memoria de la cívica actitud ejemplar de aquel alcalde y como futuro recordatorio contra la pena de muerte. Sevilla, 1857-2007».

En dos meses este texto de Manuel Grosso podrá leerse en la placa conmemorativa que se colocará junto al muro del antiguo convento de San Laureano (c/ Alfonso XII), ahora en plena reconversión en viviendas.

Aquél alcalde de Sevilla, José García de Vinuesa, volverá así a la memoria de la ciudad, y con él aquellos liberales que un 11 de julio de hace 150 años (I Guerra Carlista) se alzaron contra la reina Isabel II, madre, precisamente del rey  Alfonso XII. Por sus tropelías por pueblos de la campiña sevillana pagaron con sus jóvenes vidas, a pesar de no pegar un tiro al verse atrapados.

La polémica de la piedra reaparecida

La Piedra Llorosa no ha desaparecido, como denunciaron hace unos días los vecinos del Museo, sino que permanece en su sitio, en el entorno del convento de San Laureano, sólo que ha sido tapada por ladrillos y una valla metálica para protegerla de las actuales obras de rehabilitación del monasterio.

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