El Gobierno de EEUU ha condenado el nuevo desafío nuclear de Irán, tras el anuncio del presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, de que su país ha entrado en el grupo de naciones que producen combustible nuclear a nivel industrial. También los gobiernos británico y ruso expresaron su preocupación por lo que consideran un "desafío". Mientras, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, urgió a Teherán a suspender sus actividades de enriquecimiento de uranio.

Para el portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Sean McCormack, está claro que el régimen iraní "sigue desafiando el sistema internacional" y sigue suscitando cuestiones "en torno a las intenciones de su programa nuclear".

El anuncio del presidente iraní en el sentido de que su país ya produce combustible nuclear a nivel industrial es "otra señal" de que Irán ha vuelto a incumplir las exigencias de la comunidad internacional para que cese sus actividades de enriquecimiento de uranio, añadió McCormack.

Según McCormack es también una nueva "oportunidad perdida" para las autoridades de Teherán que han optado por mantener su reto y rechazar la negociación que se les había ofrecido. Lo que espera el gobierno estadounidense, dijo, es que los "líderes iraníes responsables hagan el cálculo de costes-beneficios" y que se den cuenta de que su actual estrategia no beneficia a sus ciudadanos.

Antes de las conversaciones, que "cumpla"

También, el Gobierno de Reino Unido expresó su preocupación por el anuncio hecho por el presidente iraní. "Irán parece haber confirmado una mayor actividad de enriquecimiento nuclear, lo que es un nuevo incumplimiento" de las resoluciones del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) y del Consejo de Seguridad de la ONU, dijo un portavoz del Ministerio británico de Asuntos Exteriores.

"Irán sabe exactamente lo que debe hacer: cumplir con las resoluciones 1737 y 1747 del Consejo de Seguridad suspendiendo todas las actividades de procesamiento y enriquecimiento antes de que puedan comenzar las conversaciones" sobre un programa moderno de energía nuclear civil, subrayó el diplomático británico.

El Gobierno británico "siempre" ha dejado claro que se alegra de que Irán tenga un programa de energía nuclear para usos civiles, pero el régimen de Teherán "tiene que convencer de que esto es lo que está buscando desarrollar". "La comunidad internacional permanece unida en garantizar que Irán no desarrolla los medios para adquirir armas nucleares", añadió.

Desde Moscú, Konstantín Kosachov, presidente de la comisión parlamentaria de Asuntos Internacionales, declaró que la crisis iraní evoluciona "de la peor manera" y declaró que "la declaración del presidente iraní es una nueva manifestación por Teherán de su negativa de buscar compromisos con la comunidad internacional".

Para el diplomático ruso la nueva situación es también "un desafío directo a la opinión pública mundial", que a su vez se ve obligada a aprobar más y más sanciones contra el régimen de Teherán, dijo Kosachov a la agencia Interfax. Agregó que esa actitud mina los esfuerzos de Rusia y otros países por impedir que la crisis en torno al programa nuclear iraní se resuelva por la fuerza y para mantenerla en el marco del proceso político.

La ONU avisa

Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, urgió al gobierno de Irán a dialogar y cumplir la resolución del Consejo de Seguridad que le exige suspender sus actividades de enriquecimiento de uranio. "Es muy importante para cualquier país miembro cumplir por completo la resolución del Consejo de Seguridad. También exhorto al gobierno iraní a hacer lo mismo", señaló.

El Consejo de Seguridad adoptó el pasado 24 de marzo una resolución con nuevas sanciones para exigir a Irán que suspenda sus actividades de enriquecimiento de uranio, así como la fabricación de un reactor de agua pesada, y que aclare las dudas sobre los fines pacíficos de sus actividades en esta materia.

Entre las sanciones se incluye un embargo a la exportación de armas y la congelación de activos financieros a una lista de individuos y entidades relacionadas con los programas nucleares iraníes. Asimismo, se imponen restricciones voluntarias para viajar a los individuos sometidos a sanciones, así como a conceder créditos y asistencia financiera al gobierno iraní.