El 31 por ciento de los accidentes de tráfico con heridos o víctimas mortales en Cantabria y el 22,5% de los fallecidos en ellos se podrían evitar cada año con el uso de los principales sistemas tecnológicos avanzados en los vehículos, según un estudio realizado por la Fundación Línea Directa en colaboración con Centro Zaragoza, un instituto de investigación en la reparación de vehículos.

Según el estudio, Cantabria sería, tras La Rioja, la comunidad autónoma donde menos se reduciría el número de fallecidos con esta tecnología, mientras que Cataluña es donde más.

El informe analiza los 83.115 accidentes con víctimas (heridos leves, graves y fallecidos) registrados en 2012, y se centra en los cuatro sistemas de conducción preventiva más eficaces en la reducción de la siniestralidad según los tests de EuroNCAP, esto es el denominado 'frenado de emergencia autónomo (AEB)'; la 'ayuda al mantenimiento del carril' (LKA), la 'detección de fatiga' (DDD) y la 'monitorización de ángulos muertos (BSM)'.

Además, se ha tenido en cuenta la oferta disponible en el mercado de 22 marcas de coches, que representan el 77% de los turismos matriculados en el último ejercicio.

Estos cuatro sistemas salvarían la vida en España todos los años, según el informe, de 420 de las víctima mortales de accidentes y su uso combinado reduciría en casi 23.000 los accidentes con víctimas cada año, un 27,5%,

Mientras, en Cantabria, se producirían 218 siniestros menos al año (un 31%) y se producirían tres víctimas mortales.

El informe señala que, aunque los sistemas tecnológicos avanzados son ya una realidad, en España su implantación "está siendo más lenta de lo deseado", ya que únicamente un 2 por ciento de los 22 millones de turismos que componen el parque automovilístico español incorpora alguno de estos sistemas.

Además, de acuerdo con una encuesta realizada por la Fundación, casi el 85% de los conductores cántabros desconoce completamente estos sistemas por sus siglas y el 46% no sabe si su vehículo cuenta con alguno de ellos.

En España, un 96% de los conductores no sólo no conoce ninguna de estas siglas, sino que tampoco sabe que todas ellas hacen referencia a diferentes sistemas de seguridad preventiva que ayudan a la conducción.

Estas tecnologías se incorporan ya en los coches actuales y se caracterizan por su "carácter preventivo", tomando conciencia del entorno y actuar de manera autónoma para tratar de anticiparse al accidente, según ha informado en un comunicado la Fundación Línea Directa.