Los jóvenes madrileños ven cada año que pasa más complicado irse de casa de sus padres. Desde 2008, fecha de inicio de la crisis en España, el número de emancipaciones ha disminuido de manera paulatina hasta alcanzar su máxima caída en 2013.

El año pasado había 582.774 personas jóvenes emancipadas en la Comunidad de Madrid, 63.795 menos que en 2012 (646.539), lo que supone un descenso de casi el 10%, según datos del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España, que elabora esta estadística a partir de datos de la Encuesta de Población Activa ( EPA).

Un informe del Consejo de la Juventud, que considera población joven a las personas entre 16 y 34 años —había 1.427.229 en 2013—, revela que también se produjo una fuerte caída en 2011. Ese año se contabilizaron 672.874 jóvenes emancipados, 59.082 menos que en 2010 (731.956). La caída es del 8%.

Esta tendencia a la baja tiene claramente su raíz en la crisis económica, cuya consecuencia directa ha sido mandar a un gran número de jóvenes a la lista del paro.

Según los últimos datos de la Seguridad Social, correspondientes al mes de junio, en la Comunidad de Madrid se encuentran en paro 37.070 jóvenes menores de 25 años (20.113 hombres y 16.967 mujeres).

Sin embargo, la crisis no es la única causa de esta decreciente emancipación. "En el contexto de un estado del bienestar 'débil ' o 'rudimentario', como lo llaman algunos expertos, también hay que tener en cuenta las características actuales del empleo, que son la temporalidad, la parcialidad, el subempleo y la sobrecualificación,  y del mercado de la vivienda, que es poco permeable a las demandas sociales", explica Joffre López, sociólogo y uno de los autores del informe anteriormente citado.

Precisamente la precariedad laboral ha obligado a muchos jóvenes a sacrificar su independencia: "Pese a estar activos en el mercado laboral, su perspectiva vital es de incertidumbre porque no saben hasta cuándo les va a durar el trabajo. Ni el sueldo que perciben les permite una mínima independencia económica".

El documento precisa que en la franja de edad entre 30 y 34 años es donde más emancipaciones de personas jóvenes se producen, concretamente el 74%. "Los jóvenes tienden cada vez más a retrasar su emancipación. Alargan sus estudios para estar mejor preparados y así tener más posibilidades de encontrar trabajo", asegura López.

"Esto no significa que luego encuentren trabajos acordes a su preparación. La mayoría están sobrecualificados para las labores que desempeñan", agrega.

Un informe reciente de la fundación Conocimiento y Desarrollo (CyD) sostiene unos 70.000 titulados universitarios, uno de cada tres, está empleado en un trabajo que está por debajo de su cualificación.

Al decrecimiento del número de jóvenes emancipados en la región también ha contribuido la supresión de la Renta Básica de Emancipación (RBE) que se puso en marcha el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

La RBE, cuya cuantía ascendía a 210 euros y luego se redujo hasta los 147 euros en julio de 2012, fue eliminada en 2011 por el Ejecutivo de Mariano Rajoy.

Desde el 1 de enero de 2012 se cortó la posibilidad de presentar nuevas solicitudes, aunque las RBE que ya estaban aprobadas para esa fecha seguían cobrándose hasta su extinción definitiva: bien cuando el beneficiario cumpliera 30 años, bien cuando llevase ya cuatro años cobrando. La nueva ley del alquiler aprobada en 2013 acabó por completo con esta ayuda.